Andy McKay durante la entrevista realizada para Periódico de Ibiza y Formentera. | Arguiñe Escandón

Artick Monkeys, London Grammar, ..... y otros artistas que hoy gozan de merecido éxito mundial han dado su salto a la fama gracias a la visión de este inglés de Southampton. El CEO y fundador de Ibiza Rocks Group, Andy McKay, habla con el Periódico de Ibiza y Formentera del fin de la era de la música en vivo en Ibiza para dar paso a un modelo de negocio basado en los day clubs y un ocio a la carta de las nuevas generaciones. La constante adaptación de McKay a la fisonomía de la isla y al perfil de cliente, no solo le ha servido para resistir a los nuevos tiempos, sino que le ha llevado a reinventar la cultura de club del siglo XXI y a convertirse en parte fundamental e influencia de la diversión de la isla.

— ¿Cómo se está desarrollando la temporada en el Hotel Ibiza Rocks de San Antonio en lo que va de temporada?
—La situación está más o menos como el año pasado, pero hay que reconocer que más floja. Esta temporada tenemos mucha más pool parties y me he centrado en adaptarme a lo que los jóvenes demandan ahora.

— ¿Y qué quieren ahora los jóvenes?
—Desde una perspectiva de negocio, la audiencia está ahora muy interesada en las pool parties de la tarde. Cuando yo era más joven, la gente venía buscando el ambiente nocturno, clubs y djs. Con todos los respetos al ocio nocturno ahora ese mismo ambiente ha pasado al día, con sus diferencias. Lo que ahora dice el cliente medio es: «bien, en Ibiza hay night clubs, pero nosotros venimos a los day clubs, fiestas al aire libre, legal, large music events, grandes djs, artistas con talento, etcétera». Y eso es lo que es este hotel. La idea del VIP no atrae y si se investiga el mercado, ¿hay vip en Ibiza Rocks? El concepto Ushuaïa por ejemplo, no está bien diseñado para este nuevo mercado. Nosotros hablamos con los clientes y queremos saber sus preferencias y si están de acuerdo con la experiencia. Nuestros clientes tienen de 20 a 30 años, hay que centrarse en eso.

—En este sentido, ¿qué novedades ofrece ahora su establecimiento para adaptarse a las nuevas generaciones?
—En primer lugar, instalaciones diseñadas no solo para nuestros clientes del hotel, sino para todos. En mi opinión, ahora Sant Antoni es un lugar para el ocio diurno. Hay muchas discotecas fantásticas en Ibiza, pero los lugares para disfrutar del día están aquí como Ocean Beach, por ejemplo, que es fantástico y son conceptos diferentes y novedosos. No hay muchas ofertas de este tipo y Sant Antoni tiene algo especial para ello.

— Pero, las brunch parties o los beach clubs llevan años instalados en la isla.
—Es diferente. El day party es todo el día. Además, no solo existe en Ibiza, hasta en Londres están. Es lo que está de moda ahora y lo que las nuevas generaciones demandan. Los jóvenes de ahora están metidos en Instagram y redes sociales en general, y lo que les interesa es lucirse y compartir lo que hacen y el lugar que visitan. Incluso la moda juega un papel importante en este hecho. Por tanto, hay que estar muy atentos al potencial de las redes sociales, no solo porque el mercado está ahí ahora, sino por la publicidad que da. Compartir una puesta de sol en Sant Antoni, por ejemplo, es algo que no se puede hacer en condiciones en una discoteca nocturna, y sí durante el día.

—La nueva normativa sobre limitación acústica ha afectado a los espectáculos en vivo de forma directa y de forma concreta ha supuesto el final de los conciertos en Ibiza Rocks, ¿cómo valora el fin de este ciclo?
— Eran eventos con un enorme valor cultural para Ibiza durante 12 años. Hemos traído artistas que luego han llenado estadios y a pesar de ello hemos perdido la licencia. Respeto el plan de Sant Antoni pero creo que nuestros eventos tienen que formar parte de este plan aunque ahora sea imposible traer músicos aquí, entre otras cosas por razones técnicas. En el tema de rebajar el ruido podemos manejarlo, no hay problema. Pero es una pena una regulación que permite el sonido de un dj y no el de la música en directo. ¿Por qué? No lo se, parece que no están pensando en la cultura de la isla. La música es mejor que el silencio. La música es la energía que mueve Ibiza.

—¿Ibiza Rocks supuso entonces un antes y un después para la cultura de la isla?
—Comercialmente hablando no nos quejamos. Quizás esto sea un descanso, quizás sea bueno y cuando volvamos lo hagamos mejor. Es un momento delicado y no me gustaría aparecer mal ante los medios ni generar nada negativo. Lo que queremos es trabajar para hacerlo todo totalmente legal. La solución es política.

—¿Qué ha supuesto el fin de la etapa de conciertos para Ibiza Rocks y la isla?
—El año pasado, estuvo entre otros artistas, Adelle. Son cantantes a los que no les pagamos mucho pero que siguen viniendo a Ibiza pese a su fama... ¿por qué ya no van a poder venir futuras estrellas y artistas? Siguen queriendo venir, pero por una ley no está pasando. Lo he dicho antes, que de momento no vamos a traer música en vivo, pero esperamos que se adapte la ley en Ibiza y pueda llegarse a un acuerdo para seguir fomentando la cultura.

—¿Qué anécdotas guarda en el recuerdo de todos aquellos artistas?
—Recuerdo la primera vez que tocó con nosotros Ed Sheeran. Queríamos que actuara para una hora, pero él quería tocar dos. Tenía tanto que ofrecer. Estuvo delante de sus fans, hablando con ellos y fue increíble. Construyó su propia audiencia y estuvo tocando en todas partes, todo el rato. A partir ahí, siguió viniendo y ahora es uno de los artistas con más éxito en el mundo. También hemos vivido momentos mágicos con London Grammar y otras bandas. Antes de ser grandes artistas fueron clientes de Ibiza Rock Hotel y volvieron.

—De hecho Sheeran es un fijo aquí...
—Sí, lleva dos años como huésped especial y ahora es residente en las fiestas de la piscina. Y miras hacia atrás, su viaje, su recorrido y lo hemos ayudado en su carrera. Calvin Harris por ejemplo, no era dj, formaba parte de un grupo cantando sus propias canciones y llego aquí. Todos estos artistas tendrían una carrera diferente si no hubieran sido apoyados lo suficiente y ahora muchos grupos no podrán contar con ello hasta que el problema se solucione.

—¿Ha hablado con el Ayuntamiento sobre la nueva normativa? ¿Cómo la afronta el grupo?
— Tengo una buena relación con el Ayuntamiento de Sant Antoni y pienso que se han cambiado muchas cosas. No solo tenemos en cuenta al cliente, sino a lo que plantean los políticos y el punto de vista de los residentes. Hacer un balance es muy difícil por la situación actual y porque es casi imposible cumplir el volumen acústico establecido. La nueva tecnología por suerte permite instalar inhibidores y dirigir la acústica dentro del establecimiento sin dejar que el sonido traspase estos muros pero como los artistas que traen música en vivo llegan con su propio equipo esto es incompatible.

—Usted dijo que «la isla está conectada a la salud de Sant Antoni» y que «la salud también está ligada al nivel de vida de su población». ¿Cómo aborda el problema de la vivienda su compañía?
—Es un gran problema. Es necesario y tenemos problemas para atraer empleados cualificados. Nosotros tenemos muchos apartamentos y alquilamos alojamiento para trabajadores sin que sea un negocio. Si no estuviera tan cara la vivienda podríamos tener un buen staff sin necesidad de invertir tanto, porque al final hay que amoldar el sueldo al precio de la vivienda aquí. También hay operadores turísticos ilegales que complican esto. Hay que regular muchas cosas. Necesitamos abordar este tema y los políticos también.

— Y, ¿qué propone al respecto?
— El mensaje es, y hablo en general, que no hay un control de población en Ibiza. Por eso es muy difícil ahora poner solución, dañándose constantemente la imagen de la isla de Ibiza. Además, uno de los retos es atender la voz de las redes sociales, porque es muy importante. La gente tiene miedo y hay una sensación general de inseguridad. Hay que escuchar a la gente.

—¿Cuáles son sus expectativas de futuro o sus nuevos proyectos?
—El concepto ahora es totalmente diferente al de hace 3 años. La marca y el concepto. Reinventarnos ha sido muy importante para mantenernos en el top. Y si, estamos trabajando en nuevos proyectos pero ahora preferimos centrarnos en nuestros clientes y en exportar nuevos conocimientos provenientes del sector. Para poder transformar y estar presente en el despertar del sector.

—¿Exportaría Ibiza Rocks a Inglaterra?
—No. Es una marca dirigida a las vacaciones. Vivo en Ibiza y tengo aquí a mi mujer y a mis hijos. Vivo en Platja d’en Bossa y tardo 20 minutos en llegar al trabajo. Esa logística es difícil de manejar en Inglaterra. Está muy bien tener IbR y Pikes cerca. Y es lo inteligente, tener cerca los negocios.

—¿Qué es Ibiza para usted?
—Ibiza es toda mi vida. Es una isla emocionante y mágica, que está en cambio constante y necesita ser especialmente protegida de una forma inteligente.

—¿Cree que ha ayudado a mejorar Ibiza?
— No sé. Eso lo tiene que decir la gente. Pienso que la influencia hubiera llegado igual de otras personas. Si mi influencia ha ayudado a desarrollar buenas ideas, pues fantástico, pero no los sé. Me gustaría pensar que he ayudado a Ibiza, al cambio regulado. La isla ha sido siempre un lugar de encuentro del talento, el trabajo y la habilidad de todo el mundo y pienso que tiene que seguir siendo así.