Imagen de archivo del chiringuito. | MARCELO SASTRE

El departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Sant Antoni está en la cuerda floja. La arquitecta titular se encuentra de baja, la otra arquitecta que hay actualmente abandona el Consistorio tras haber solicitado plaza en Ibiza y la aparejadora también se marcha.

A estas bajas también se suma la del ingeniero de actividades que ha decidido, por cuenta propia, abandonar el Ayuntamiento. Él fue quien redactó y firmó el informe favorable que se remitió a la Demarcación de Costas para autorizar la instalación del chiringuito de Cala Gració.

«Sí que se ha ido el ingeniero, no tiene nada que ver con el chiringuito, pero es el que lo firmó», afirmó Cristina Ribas, concejala de Urbanismo de Sant Antoni.

Según explicó Ribas, este ingeniero estaba contratado de forma externa por días y «en ningún momento le hemos dicho que se vaya, ha sido su decisión».

La concejala del departamento recordó que después de ese primer informe se han hecho otros posteriores que «no los ha hecho él».

En cuanto a la situación en la que se encuentra Sant Antoni tras las alegaciones presentadas el pasado viernes por los promotores del chiringuito, Ribas dijo que es competencia de los servicios jurídicos. Matizó que no hay un plazo establecido para contestar, «pero pensamos que en 15 días se tendrá una respuesta».

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A pesar de que los propietarios del chiringuito alegaron que no es necesario presentar un certificado final de obra al tratarse de una instalación «desmontable», la concejala de Urbanismo argumentó que están «esperando» que lo entreguen para poder emitir el certificado municipal. «Ellos consideran que no lo tienen que presentar y ahí estamos», añadió.

Ante la pregunta de si acudirá a la manifestación convocada por Prou! para el sábado en las puertas del quiosco, Ribas respondió que no. «Hemos recibido a gente esta semana, les atendemos y les explicamos la situación. Yo, personalmente, apoyo que se manifiesten, pero lo que tendrían que pedir es que se revise la Ley», concluyó.

Falta de personal

La concejala de Urbanismo se mostró consciente de la falta de personal en la plantilla del departamento. «Tenemos que buscar a otro arquitecto porque uno es insuficiente. Mientras vuelve la arquitecto titular tenemos que sustituir a la que se va y también a la aparejadora», explicó.

En esta línea, matizó que la aparejadora no puede seguir en el Consistorio por finalización del contrato y «no la podemos renovar».

Aún así, remarcó que cuentan con una ingeniera de Urbanismo y Actividades, una delineante, una jefa de Urbanismo jurídica a jornada completa y otro por horas y cuatro administrativos.

A pesar de ellos, son muchos los vecinos del municipio que se quejan del tiempo que tarda el Ayuntamiento en conceder licencias. Ahora, con las personas que se van del departamento es probable que se alarguen más.