Los inmuebles se levantaron con una licencia municipal del año 2003 para construir locales comerciales. | DANIEL ESPINOSA

El juzgado de instrucción número 3 de Ibiza se encuentra al cargo de la investigación de la promoción Vadella 64 en Cala Vedella, impulsada por la sociedad Cobblestone. Esta empresa vende apartamentos de lujo de entre 100 y 200 metros cuadrados (con precios a partir de 900.000 euros) construidos con una licencia municipal del año 2003 y concedida por Sant Josep para desarrollar 64 estudios de uso comercial de 50 metros cuadrados (no viviendas), más 38 locales-taller, 63 plazas de aparcamiento, 63 trasteros y piscina comunitaria.

El Ayuntamiento de Sant Josep concedió en el año 2003 una licencia para construir en la parcela Club Vista Mar de Cala Vedella un total de 64 estudios de uso comercial, 38 locales-taller, 63 plazas de aparcamiento, 63 trasteros y piscina comunitaria. Cabe destacar que el plan urbanístico parcial de Cala Vedella del año 1971 no admite el uso residencial en esta parcela, un terreno que debe destinarse a «zona comercial, de administración y equipo», por lo que su uso final debe ser para «tiendas, bares, restaurantes y cualquier clase de servicios y en donde no se permitirá la instalación y funcionamiento de industria.

No obstante, se permitirá la instalación y funcionamiento de laboratorios, talleres, estudios, almacenes e instalaciones de carácter artesano, con pequeñas superficies y potencias». Esta obra, lo que se conocía antes como la urbanización La Mirada, se abandonó en el año 2007 cuando se decretó la paralización de los trabajos por no ajustarse al proyecto presentado al Ayuntamiento (principalmente, porque la tipología de viviendas ofertadas no coincide con la de estudios y locales taller que figuran en el correspondiente proyecto). El recinto quedó sin vallar, con dos de las grúas sin desmontar hasta que el mal tiempo las tumbó en 2015.

El Ayuntamiento de Sant Josep recibió varias denuncias para que se decretara la caducidad de la licencia concedida en 2003, así como para que se derribara lo construido y se retiraran las dos grúas que finalmente acabaron cayendo. En 2016, la sociedad antes mencionada reinicia los trabajos de construcción. Tras recibir varias denuncias por la reactivación y porque no se han cumplido con los expedientes de paralización de obra y de disciplina urbanística del año 2007, Sant Josep inspecciona la obra y decreta en mayo de 2016 que se paren de nuevo los trabajos y el derribo parcial del exceso de obras construidas.

En ese momento, la sociedad recurrió con unos informes técnicos elaborados en un despacho de Alicante y, cinco meses después, Sant Josep decide que los trabajos pueden continuar. Cabe destacar que Sant Josep informó el 19 de mayo del año pasado al Consell d’Eivissa que la junta de gobierno acordó el 6 de octubre de 2016 el archivo del expediente de caducidad de la licencia 298/2003 con la que se levantó esta promoción.

Los inmuebles de Vadella 64 se promocionan en su página oficial como viviendas de lujo de diferentes tamaños y distribuciones. En páginas dedicadas a la venta de inmuebles, como Idealista, se pueden encontrar descripciones en las que se especifica que es una promoción de 64 apartamentos de lujo en Cala Vedella, con servicios como conserjería y vigilancia durante 24 horas y un circuito cerrado de cámaras y con un precio a partir de 925.000 euros.

Acción del Consell

Las denuncias llegaron al Consell d’Eivissa visto el «caso omiso» de Sant Josep, según relatan los denunciantes, y la máxima institución insular abrió diligencias previas de disciplina urbanística para investigar qué estaba pasando con esta obra.

El departamento de Territori, con Pepa Marí al frente, puso en conocimiento de Fiscalía en abril del año pasado las denuncias, «todas ellas relativas a un posible fraude a terceras personas por la venta como viviendas de inmuebles que, según la licencia municipal 298/2003, corresponden a 64 estudios de uso comercial, 38 locales-taller, 63 plazas de aparcamiento y 63 trasteros y piscina comunitaria», según se expresa en el documento remitido el pasado 31 de enero de este año al Ministerio Fiscal para informarle de que el Consell d’Eivissa había denegado las 15 cédulas de habitabilidad que el promotor había solicitado el pasado 12 de enero.

Marí indica en el escrito que pone en conocimiento de Fiscalía la resolución por la cual deniega las cédulas de habitabilidad solicitadas «para que tengan conocimiento de los hechos que han motivado la denegación de las cédulas y se pueda remitir al juzgado que está instruyendo el asunto y adoptar especialmente, si es el caso, las medidas oportunas para evitar el fraude a terceras personas que puedan adquirir los inmuebles». Fiscalía le contestó que remitieron el informe y las pruebas aportadas por el Consell d’Eivissa al juzgado de Instrucción número 3, donde se encuentra el procedimiento abierto.

Informe técnico

El informe técnico de las cédulas de habitabilidad manifiesta que la licencia se concedió por Sant Josep en el año 2003 para construir un edificio de 64 estudios de uso comercial, más 38 locales-taller, 63 plazas de aparcamiento, 63 trasteros y piscina comunitaria, que el Ayuntamiento expidió el certificado de final de obra parcial el 27 de diciembre del año pasado, así como que algunos inmuebles tienen, según registro, un local-taller «que, de ser una de las piezas de las que disponen ‘la vivienda’ tendría acceso desde el interior de éste».

Los técnicos señalan, además, que «casi la totalidad de los inmuebles no disponen de los 2,5 metros de altura útil. Al mismo tiempo señalan que tanto la licencia como los certificados de final de obra se refieren a locales y no a viviendas, mientras la solicitud efectuada por el promotor en el Consell d’Eivissa para conseguir las cédulas de habitabilidad se refiere expresamente a 15 viviendas.

Asimismo aseguran que la información registral se correspondería con el uso de vivienda. Tras la inspección realizada, que acompañaron con un exhaustivo informe documentado con fotografías y descripciones de las diferentes estancias en las que se puede ver hasta el piso piloto completamente amueblado, «se puede concluir que se pretende destinar los inmuebles a viviendas». Los técnicos refuerzan su argumento exponiendo que en diferentes webs de venta se describe la promoción como 64 apartamentos, «con un uso claramente residencial» ya que se acompaña la descripción con expresiones como Mediterrean Homes y The residencial complex.

Los técnicos también recuerdan que el plan parcial de Cala Vedella del año 1971 califica los terrenos donde está ubicada Vadella 64 como «zona comercial, de administración y equipo» y no como zona residencial extensiva, que es la que admite el uso residencial. El informe técnico destaca que las 15 cédulas de habitabilidad solicitadas «se refieren al uso de vivienda y en la descripción registral de todos los inmuebles se indica que son ‘estudios’, en lugar de ‘estudios de uso comercial’, tal y como aparece en la licencia».

En definitiva, que toda la información disponible en el registro de la propiedad, así como la publicidad que se hace en portales web y lo que pudieron constatar in situ los técnicos durante su inspección se refiere al uso de vivienda y, por tanto, no coincide con la licencia de obra que se concedió para construir estudios de uso comercial en una zona donde, según recuerdan, no se permite el uso residencial.

Por esta falta de concordancia entre la licencia municipal concedida y el uso de vivienda que se pretende dar a los inmuebles, el departamento de Territori denegó las 15 cédulas de habitabilidad solicitadas por el promotor.