Una película de Robert de Niro | Malena Riudavets - MARCELO SASTRE

Justamente la semana en que nos visitó Robert DeNiro, ese grandísimo actor que tiene en sus vitrinas dos premios Óscar, uno de ellos al mejor actor de reparto de1974 por su interpretación en ‘El padrino II’, dirigida por Francis Ford Coppola, tenemos que dar cuenta a nuestros lectores de un episodio propio de una película mafiosa.

De esos que uno no pensó jamás tener que relatar porque dibuja unos gobernantes sin el menor ápice de ética, «cuyo único mérito reside en habérselas ingeniado para conseguir los votos de la gente», que están dispuestos a abusar del poder que temporalmente se les ha concedido, para ejecutar una venganza vil y rastrera quede nada les servirá.

Enviar a funcionarios de la Policía Local de Ibiza para denunciar al Grupo Prensa Pitiusa y de paso, y para disimular, a algunas otras empresas del polígono de es Raspallar, es algo inimaginable. Pensar que con eso conseguirán algo, un absoluto delirio.

Nuestras fuentes en la Policía Local aseguran que se trata de una venganza en toda regla y que se camuflará con una campaña de inspección de la que no se ha informado a nadie. Si así fuera, lo lógico sería informar a los afectados a quienes nunca antes se les ha planteado esta exigencia salvo ahora y dar un plazo para regularizar la situación. Pero no es así porque estamos en suelo industrial, donde prácticamente nadie solicitó nunca un vado y es dudoso que tengamos esa obligación nunca antes exigida por nadie. Y porque no se ha avisado de nada, sino de que se va a multar con hasta 3.000 euros.

Si ese es el precio que debemos pagar por cumplir con la obligación que tenemos contraída con nuestros lectores, lo pagaremos gustosos. Pero es cuando menos curioso que en 20 años de existencia del polígono nadie sabe nada de vados.

Vetados y amenazados

Ahora comprobamos cómo las amenazas no eran de farol. Costaba creer que se pudiera caer tan bajo, que el primer edil de la segunda ciudad más importante de Balears con sus munícipes, se dejasen llevar por su sed de venganza contra quien informó de las irregularidades cometidas por el hasta hace poco primer teniente de alcalde de Hacienda del Ayuntamiento, Alfonso Molina, por las que el Govern balear (de su mismo color político, ojo al dato) le reclama más de 27.000 euros.

No nos tomamos en serio la advertencia del alcalde de retirar las autorizaciones de acceso y aparcamiento legalmente concedidas a los vehículos de Periódico de Ibiza y Formentera, y de Televisió d’Eivissa y Formentera. No nos pareció verosímil que el propio alcalde al parecer hubiese llamado a la Policía Local para denunciar nuestros vehículos, supuestamente mal aparcados.

Nos equivocamos. Al veto que soportan los periodistas del Grupo Prensa Pitiusa cotidianamente y cuya expresión máxima fue ser excluidos de la ronda de entrevistas a Alfonso Molina surgido el escándalo y concertadas por el Ayuntamiento, hay que sumar ahora las amenazas y las denuncias. Lo que resulta más hiriente es que lo haga un equipo de gobierno cuyos partidos -PSOE y Guanyem- denuncian la ‘ley mordaza’, hablan de involución del sistema democrático en España y lamentan el retroceso en los derechos fundamentales, pero a la vez critican la labor periodística, cuando no la obstaculizan o la reprimen a base de denuncias insólitas y ya veremos si legales o no.

Pierden el tiempo

Se retratan y pierden el tiempo. Permiten que con su comportamiento mafioso la ciudadanía de Ibiza compruebe qué tipo de gente está al frente de sus instituciones. Gente que, como dijo De Niro en ‘El corazón del ángel’ de Alan Parker, tiene «una mente anticuada respecto al honor: ‘ojo por ojo’ y cosas así». Feliz domingo.