José Serra, delegado insular del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Balears. | Daniel Espinosa

El delegado insular del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Balears (API), José Serra, considera que el precio de los alquileres y de venta de viviendas ha llegado a su máximo y está empezando un camino de descenso gracias al aumento de las promociones de vivienda nueva y al buen momento económico que se vive en las Pitiusas. Además, pide a la Administración que sea coherente en este sentido y no se mueva por titulares en los medios de comunicación.

— El precio del alquiler de la vivienda en Balears se ha incrementado desde el año 2015 un 40 %, ¿se sabe cuánto lo ha hecho, concretamente, en las Pitiusas?
—En nuestras islas diría que el incremento oscilaría entre un 20 y un 25%.

—¿Nota una reducción de alquileres en los últimos meses?
—No, en absoluto.

—En cuanto al instrusismo en su sector, ¿cree que se ha agravado en los últimos años debido al ‘negocio’ que hacen con sus viviendas algunos propietarios de forma ilegal?
—Sí. En todos sitios hay personas que miran más un beneficio rápido como sea, pero sin duda son más las que buscan relaciones a medio y largo plazo, y esto solo es posible haciendo las cosas bien, afortunadamente.

—El incremento es evidente y de hecho hay muchos residentes que no pueden permitirse pagar un alquiler con el sueldo que perciben. ¿Considera que esta ‘burbuja’ terminará explotando? De hacerlo, ¿será más pronto que tarde?
—Todo me hace pensar que nos encontramos en la fase final y natural de un ciclo alcista de crecimiento económico, que a nivel de Ibiza empezó en la segunda mitad de 2012. Indicadores de esto son, por ejemplo, y a nivel macroeconómico el informe de la Secretaria de Estado y de Comercio sobre la tendencia de la inversión extranjera en España, que indica que en el 2017 en Baleares se ha reducido en un 44,2% con respecto a 2016. Según Urban Data Analítics, la rentabilidad tiene una disminución por alquileres de un 3,2% en 2017 con respecto a 2016, señal inequívoca de que la subida de precios de venta en Baleares está tocando su techo pues, según este estudio, los precios de venta subieron por encima de los de los alquileres. Esto hace previsible una moderación en la subida, estabilización de los precios de venta y alquiler o, incluso, un descenso leve y continuo de estos, pero la rentabilidad media por alquileres de los inmuebles sigue siendo alta, alrededor del 5%.

—Decía que el ciclo alcista de crecimiento económico en Ibiza empezó en la segunda mitad de 2012.
—Sí. En un análisis macroeconómico y global, nos encontramos que, en Ibiza, llevamos desde el año 2012 en una fase alcista y, en los últimos años, casi eufórica. Analizando la tendencia, en los últimos 40 años se han producido de forma cíclica recesiones cada 10 años aproximadamente. A un nivel directamente más cercano a nuestra economía, podemos citar como elementos que nos hacen pensar en la proximidad de una contención o incluso bajada, suave pero continuada, de los precios de alquiler y venta: el aumento de las promociones de vivienda nueva, gracias al buen momento económico y a la disponibilidad de crédito; el efecto que tendrá en el mercado turístico y, por ende en toda nuestra economía, la entrada en competencia de países de nuestro entorno que han estado afectados por problemas que todos conocemos y la subida de los tipos de interés.

—¿Cómo se explica que un residente en las islas no encuentre una vivienda digna a un precio asequible? Es conocido por todos que muchas familias tienen que hacer las maletas por no poder hacer frente al gasto que supone pagar un elevado alquiler y luego asumir los gastos del día a día.
—A la situación actual hemos llegado por la conjunción de un crecimiento de la población de derecho sostenido, incluso en momentos de tendencia económica bajista, con un ciclo económico alcista que ha hecho aumentar la actividad, especialmente en la temporada de verano, que hace que la presión de la demanda de vivienda, tanto en compra como en alquiler, haga a su vez mas difícil el acceso a la misma en uno u otro régimen (venta o alquiler). Compiten en un mismo mercado la vivienda y grupos diferentes de personas: las que viven aquí y quisieran seguir haciéndolo, los inversores que buscan rentabilidad y/o segundas residencias, los trabajadores de temporada, españoles y extranjeros, funcionarios y trabajadores destinados a las islas, las empresas que compran viviendas para alojar a sus trabajadores, las viviendas que se alquilan turísticamente, unifamiliares o plurifamiliares. Por otra parte, los salarios han subido de forma muy inferior a como lo han hecho los precios de la vivienda.

—Desde las administraciones, ¿se están tomando las medidas necesarias para frenar la situación actual? Es decir, para buscar el equilibrio.
—Las administraciones poco pueden hacer. El equilibrio es una tendencia a la que nunca se llega en una economía de mercado como la nuestra que, pese a sus deficiencias, es la que tiene la mejor eficacia. El equilibrio es un lugar ideal e inexistente al que tiende el mercado, que se va corrigiendo día a día por todos nosotros como consumidores, usuarios, compradores, vendedores, empresarios, trabajadores…y el tema de la vivienda es uno entre muchos. La administración o los políticos se mueven muchas veces por evitar o conseguir un titular de prensa, por ejemplo, anunciando que se van a invertir millones en promover vivienda oficial y la pregunta es: ¿a quién beneficiaría?, ¿a cuántas familias?.

—¿A qué se refiere?
—Tal vez interesaría más invertir en cubrir las necesidades de todos en temas vitales como Sanidad, Justicia y Educación, pero parece que ya aceptamos vivir así, con estos servicios en déficit crónico, con funcionarios insuficientemente retribuidos, plantillas insuficientemente cubiertas, listas de espera, barracones… y esto en una Comunidad que aporta como la primera al Estado y recibe como la última, que ya es, de por sí, un tema de vital importancia y de solución lejana. Ya hemos visto la forma en que se está tratando (no tratando, mejor) la Reforma de la financiación autonómica y el REB. Si la tendencia económica vuelve a ser negativa, estas viviendas de protección oficial es posible que queden desocupadas y, tal vez, abandonadas, como ya ha pasado antes. Y sí, la Administración podría hacer cosas, por ejemplo, ser coherente: el predicar que el derecho a la vivienda está en la Constitución y a la vez gravar con un impuesto del 8% a la persona que compra una vivienda para vivir en ella es incoherente; todo español tendría que estar exonerado de este gravamen, aunque fuera una sola vez en su vida, para la compra de la que vaya a ser su vivienda habitual. Tengamos en cuenta que si un ibicenco tiene que trabajar 15 años para comprarse una vivienda, la Administración le regala un año y medio más de trabajo por este concepto (ITP).

—Entonces la Administración sí que puede revertir, en parte, la situación.
—En un caso muy concreto, el del acceso a una vivienda temporal o permanente de funcionarios, tenemos en España y en concreto en Ibiza un ejemplo muy claro de incoherencia: las dos Residencias Militares Héroes de Filipinas. Residencias de Acción Social de Descanso para uso exclusivo de militares con unos precios más que módicos. Un anacronismo en pleno siglo XXI. En estas viviendas (apartamentos) se podrían alojar estos funcionarios que no quieren o no pueden venir a Ibiza por ser económicamente perjudicial. Nuestro Parlament aprobó una PNL al respecto que ha sido ignorada por el Gobierno Central (te la adjunto). Estos son dos ejemplos, pero sin duda todos tenemos más ideas y nuestros mandatarios seguro que también.

—A su juicio, ¿los propietarios están aprovechándose de que Ibiza sea un destino estrella para los turistas?
—Los propietarios hacen lo que es lícito, obtener el mejor rendimiento para sus propiedades. Es su derecho.

—¿Considera que la imagen que se vende de las Pitiusas al exterior ha sido dañada por el precio de la vivienda?
—Puede que sí, pero no sé hasta qué punto. Los reportajes de personas malviviendo en lugares inapropiados no transmiten más que una faceta poco representativa de lo que son nuestras islas, que siguen atrayendo a personas de todo el mundo, tanto para veranear como para vivir.

—¿Se consigue así que los turistas opten por otros destinos de ‘sol y playa’?
—El turista elige. Es un mercado abierto y cada vez más transparente gracias a las nuevas tecnologías y las empresas turísticas tienen gran capacidad y margen de reacción ante cambios de tendencias.

—La reforma de la Ley Turística, ¿de qué forma afecta a los propietarios y a las grandes plataformas que publicitan los inmuebles?
—La Ley Turística es, en lo que toca a alquiler de vivienda, en mi opinión, discriminatoria con los propietarios de viviendas plurifamiliares y con los de viviendas unifamiliares que no tenían licencia turística a la entrada en vigor de esta Ley. Se antepone el derecho de un trabajador, español o extranjero, a tener una vivienda buena para hacer la temporada, al de un residente a disfrutar plenamente de su derecho de propiedad. Creo que tiene claros indicios de inconstitucionalidad y de incumplimiento de la Directiva 2006/123/CE, conocida como ‘Directiva de Servicios’ o ‘Directiva Bolkenstein’ y que se podría haber hecho mucho mejor y limitado menos derechos y, aun así, creo que no se puede decir que ha hecho bajar los precios de los alquileres residenciales. Es uno de los factores que afecta a la subida de precios, pero no el más importante, y es el único que ha sido señalado como causante de los problemas.

—Por el contrario, ¿cómo beneficia a los residentes de edificios plurifamiliares?
—Lo desconozco. La prohibición de alquiler en plurifamiliares iba a acabar con todos los problemas: emergencia habitacional, precios altos, molestias a vecinos, saturación… a final de temporada se podrá comprobar el resultado.

—¿Qué es necesario o qué falla para no poder controlar las ofertas ilegales?
—Si las leyes protegen a los consumidores y se controlan los impuestos que se han de pagar, lo demás sobra.

—Estamos casi dentro de la temporada turística, ¿considera que va a seguir viniendo la misma cantidad de turistas que años anteriores o cambiarán de opinión por los altos alquileres?, ¿y trabajadores que quieren hacer temporada?
—Todo parece indicar que será un buen año.

—Hablamos de alquileres, pero ¿qué pasa con la venta de viviendas en las islas? ¿Ha disminuido?
—No, al contrario, sigue aumentando.

— Y sigue creciendo la construcción de grandes hoteles.
—Claro, por su rentabilidad, porque Ibiza y Formentera tienen un gran atractivo para el visitante.

—Los sindicatos se quejan de que las Pitiusas están limitadas en terreno y ya no dan más de sí. ¿Somos conscientes de ello?
—Creo que sí, y no solo los sindicatos, pero quien da el primer paso, quien dice ya no construyo en mi terreno, o no abro mi nuevo negocio… Repito, es una economía de mercado y este es el que coloca las cosas en su lugar y hace que todos los actores económicos decidan su papel.