Imagen de archivo de un reloj de alta gama recuperado el pasado año por la Policía Nacional. | Redacción Sucesos

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Sant Antoni a un joven de 32 años que estaba reclamado desde el año pasado por el robo de un reloj valorado en unos 400.000 euros y que se le relaciona con el robo de otro Rolex en la isla el pasado fin de semana.

La detención de este individuo y de otros dos acompañantes se desencadenó el domingo después de que un agente fuera de servicio advirtiese la presencia del delincuente en un local de ocio de Sant Antoni.

Según las fuentes policiales consultadas por Periódico de Ibiza y Formentera, en el momento de la detención el hombre llevaba en su muñeca un reloj Rolex valorado en unos 6.000 euros y que había sido sustraído recientemente en la isla.

Hasta el restaurante localizado en el paseo de ses Variades se desplazaron agentes de la Policía Local de Sant Antoni, Guardia Civil y Policía Nacional.

Los tres detenidos, con pasaporte francés, fueron trasladados a la comisaría de la Policía Nacional de Ibiza y están pendientes de ser puestos a disposición judicial. La Policía Nacional de la comisaría de Ibiza mantiene abierta una investigación para esclarecer unos hechos que llegan apenas un mes después de la detención de un comerciante de Ibiza propietario de una tienda de compra-venta de joyas, un hombre de 48 años que fue detenido por un delito de receptación.

Robos de Rolex

Durante la entrada y registro del establecimiento, los agentes intervinieron decenas de relojes de alta gama, anillos, pulseras, colgantes y otras joyas de gran valor, piezas procedentes de diversos robos perpetrados en Ibiza, así como un horno eléctrico utilizado para fundir joyas y transformarlas en lingotes de oro.

Los agentes comprobaron que varias joyas procedían de un robo con fuerza cometido en un domicilio de la zona de Talamanca el pasado verano. Eran joyas exclusivas que fueron reconocidas y devueltas.

La Policía Nacional mantiene abierta la investigación ya que sospecha que el propietario del establecimiento podría estar conectado con otros robos.