Los trabajadores del Hospital Residencia Asistida de Cas Serres acudirán el viernes al pleno del Consell en el que está previsto que el Grupo Parlamentario Popular presente una moción en la que insta al Govern a retirar o suspender de oficio la resolución de la Conselleria de Salut para que Cas Serres deje de funcionar como hospital. Piden al Govern y al Consell que recapaciten «su postura y demuestren que son partidos de izquierda», que blinden el servicio para que sea hospital sociosanitario y eviten su desmantelamiento. «Llámenlo hospital sociosanitario, de crónicos o de media y larga estancia, tienen figuras de sobra, pero no sólo eso, mejórenlo», subrayan.

El personal que se ha constituido como Plataforma Salvemos al Hospital Residencia Asistida de Cas Serres, ha expresado su «más absoluta indignación» y confiesan sentirse «profundamente ofendidos por las últimas noticias» referidas a las dos instituciones.

Respecto al Consell aluden al ahorro de 170.000 euros en la contratación del personal que denunció el PP. «Se les tendría que caer la cara de vergüenza, no sólo por mantener unas plantillas bajo mínimos y no cubrir puestos vacantes sino que además desde octubre se nos comunicó que no podíamos pedir los días que se nos debía por exceso de horas o doble turno porque no había dinero».

Deficiencias

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Además de la falta de personal, aluden al estado de las instalaciones. Los trabajadores describen así su estado: «Tenemos que convivir con unas instalaciones con humedades, techos abiertos desde hace meses, falta de camas eléctricas, mobiliario viejo y descascarillado, falta de todo tipo de material y los jardines abandonados», aseguran.

Critican, además, «el enrocamiento de la consellera Patricia Gómez en su postura que insulta nuestra inteligencia; quiere continuar sin tener en cuenta todos los servicios que descargamos con nuestra atención, como urgencias o consultas y tampoco tiene en cuenta la idiosincrasia de la isla, la falta de infraestructuras y la carencia de servicios que también suplimos», como unidad hospitalaria para paliativos o centro de internamiento psiquiátrico.

Además, recuerdan que cuando se trata de proyectos que son de su iniciativa, como el caso de la reconversión del edificio antiguo de Can Misses, no hay ningún problema a con la interpretación de decretos: «En Palma acoplan decretos a su conveniencia, aquí no tenemos tanta suerte», dice.

«Cuando es iniciativa de ellos no hay ningún problema con la interpretación de los decretos ya que tienen previsto en el edificio del antiguo Can Misses una planta de crónicos, una residencia para familiares de Formentera, una residencia para trabajadores sanitarios, los despachos de asociaciones, sindicatos y centro de salud. Debe ser que los consideran todos servicios sanitarios y lo nuestro no», apostillan.

También se refieren a la inversión de 55 millones para la reconversión de Son Dureta: «se ve que sólo merecen la inversión y una atención de calidad los residentes de Mallorca». Dicen que la Conselleria pretende que Son Dureta se convierta en centro emblemático, «pero lo sentimos señora consellera llega tarde, eso lo era Cas Serres hasta que ustedes han metido mano».