La visita de Mariano Rajoy a Palma para participar en una convención sobre turismo del PP se saldó con advertencias del riesgo de contagio de la cuestión catalana en las Islas. «Lo último que necesita Baleares es seguir el ejemplo de división, enfrentamiento e invención de problemas que están causando tantas dificultades a todos los catalanes».

El presidente insistió en esta idea al referirse a la política lingüística del Ejecutivo de Armengol y fue claro en sus críticas a los miembros del Govern. «Balears tiene la mala fortuna de padecer un gobierno que se dedica a inventar problemas y a promover una agenda de división y enfrentamiento», afirmó.

Para el presidente del Gobierno, el propósito de los gobernantes de Balears es «expulsar el sentido común de la vida política y que importe más que se sepa catalán que medicina o que un músico tenga que conocer catalán por encima de una partitura». Lamentó que se convierta el tema lingüístico en un «dique de incomprensión» en lugar favorecer que sea «un cauce de oportunidad».

Rajoy no solo se mostró crítico con el Govern con respecto al efecto ‘contagio’ con Cataluña, sino que también aprovechó que asistía a una convención sobre turismo para cargar contra la «demonización» a ese sector. «El principal riesgo del turismo es que haya gobiernos que en vez de ocuparse de cuidar lo que funciona y corregir lo que tiene fallos, sólo se ocupan de pelearse entre ellos e inventar problemas», señaló en referencia al Govern balear.

«Una de las invenciones más insólitas es demonizar el turismo, que se llama turismofobia», insistió, y consideró «insólito» que se mantenga esta actitud cuando el turismo es una fuente de ingresos de primer orden.

Las ‘kellys’

Mariano Rajoy aseguró que el objetivo de su Gobierno en esta materia es «mejorar la vida de las personas» y recordó su reunión en La Moncloa con un grupo de limpiadoras de hotel, a quienes prometió que trabajará para mejorar sus condiciones.

«Desde aquí pido finura y ayuda para que haya empleo y cada día sea de más calidad», señaló. También adelantó que el Gobierno trabajará para evitar que el «aumento desordenado» de las plataformas de alquiler turístico vaya a más y anunció medidas para controlar que pagan impuestos, para que la policía esté informada de la identidad de los inquilinos y para que se cumplen los derechos del consumidor en lo que se oferta.

Las críticas al Govern por su política turística llegaron también de la mano del ministro de Turismo, Álvaro Nadal. Afirmó que quienes se oponen a la llegada de turistas actúan por «rabia ideológica» y calificó de «dislate» las críticas: «Supongo que quienes creen que el turismo es malo lo que quieren es vivir en una cueva». También quiso destacar la diferencia de actuación en los incidentes contra el turismo que se vivieron el año pasado en Cataluña y Balears. «Mientras que aquí se actuó, se habló con la Delegación del Gobierno, se detuvo a personas y se impusieron multas, en otras sitios donde no tenemos competencias no se hizo nada», dijo.

Turismo verde

Más allá de estas críticas, el ministro afirmó que Balears es un enclave perfecto para potenciar el turismo «verde» y anunció que se acelerará el proceso de interconexión energética con la Península para que Balears se abastezca de energías limpias.

El presidente del PP balear, Gabriel Company también criticó la turismofobia del Govern a quien acusó de «equidistancia» entre quienes invierten en turismo y quienes lo atacan. «No sobran turistas sino un Govern incapaz de gestionar el éxito», dijo.

Opinó que los partidos del pacte quieren el dinero de los turistas, pero sin turistas y anunció que, si es presidente, aprobará medidas e incentivos para que los hoteleros mantengan las inversiones de modernización de la planta. El líder del PP balear también censuró la política lingüística de Armengol: «Chopin no podría tocar ahora en la Orquestra Simfònica de Balears», ironizó.

La presidenta del PP de Palma, Margalida Duran, coincidió con Company en las críticas al pacte por no saber gestionar el «éxito» del turismo. Aseguró que en Palma no han saturación ni masificación y dijo que el PP está contento no solo de que vengan turistas, sino de que vuelvan.

EL APUNTE

«Duerme tranquilo... pero vigilante»: respuesta a Company sobre el 75% de descuento

A pesar de que se especulaba con la posibilidad de que el presidente del Gobierno anunciara la subida del descuento aéreo al 75 por ciento, el anuncio quedé en una velada promesa. «Duerme tranquilo... pero vigilante», contestó a Gabriel Company, cuando el presidente del PP balear pidió aunque fuera una respuesta «a la gallega». Rajoy sí dijo que el Gobierno está haciendo todo lo que está en su mano para que el precio de los billetes no sea «una causa de aislamiento». «Quienes no pueden dormir tranquilos son los de la ecotasa, los de los líos y los problemas, los de la turismofobia, los que nos piden que incluyamos una serie de cosas en los Presupuestos para luego votarlos en contra», añadió Rajoy en clara referencia al PSOE.