Los trabajadores de Cas Serres han perdido la confianza depositada en el Consell d’Eivissa. Según explicaron ayer, el cambio de hospital a centro sociosanitario no ha sido consensuado ni siquiera con el comité de empresa. «Denunciamos, una vez más, que se ha vuelto a faltar a la representación de los trabajadores y esto tiene como consecuencia este tipo de concentraciones», señaló Juan Luis Núñez, presidente del comité de empresa del Consell.

En este sentido, dijo que su intención es solicitar información sobre el cambio de catalogación porque «con esta licencia los trabajadores tienen dudas de si se ha dejado caducar o si siguen cumpliendo los requisitos».

Por su parte, Susana Cros, enfermera en Cas Serres y portavoz de los trabajadores, explicó que «hay una evidente falta de conocimiento sobre la realidad del hospital y de cómo se gestiona un centro hospitalario y las consecuencias que va a tener el cambio que nos proponen». Y es que, según matizó, los pacientes hace diez años eran residenciales, pero la patología que sufren ha ido en aumento, lo que complica su historial clínico y hace que sean pacientes hospitalarios.

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«Dicen que pueden garantizarnos un servicio sanitario, pero no es lo mismo un servicio sanitario a que nosotros podamos dar atención hospitalaria», matizó Cros, quien añadió que «si es ilegal que coexistan estos dos tipos de servicio, nos llamemos como nos llamemos, dar ese servicio asistencial seguirá siendo ilegal».

Cros catalogó el cambio de «problema económico» al considerar que se valora más el coste económico que el servicio que se presta. «Lo primero que va a pasar es que se va a dejar a Ibiza y Formentera sin un servicio básico muy importante que, además, tiene gran demanda. Lo segundo es que se pueden iniciar otros caminos como la privatización, la externalización o la reducción de servicios», matizó la portavoz.

Por ello, los trabajadores piden que se mantenga el servicio que lleva prestándose durante más de 40 años y que no se repita, con el cambio de legislaturas, esta situación. «No solo se debería mantener, sino que habría que aumentar las plazas ya que hay mucha lista de espera por la cantidad de demanda; una demanda que está previsto que continúe aumentando».

Ante esta situación, aseguraron que van a iniciar una campaña de marketing, además de jornadas de puertas abiertas porque «hay mucha desinformación en la población acerca de la diferencia que hay entre un hospital sociosanitario y una residencia». También tienen en mente iniciar movilizaciones y están asesorándose jurídicamente para «evitar» perder la denominación de hospital.