Alumnos de los colegios de Jesús, Can Raspalls y Mestral participaron en la campaña ‘Ni una gota a la mar’. | Marcelo Sastre

Con motivo del Día Mundial del Agua, la Alianza del Agua presentó ayer en el Centro Cultural de Jesús la campaña Ni una gota a la mar. A modo de charlas divulgativas, los alumnos de los colegios de Jesús, Can Raspalls y Mestral tuvieron la oportunidad de conocer la evolución del consumo de agua en las islas y qué métodos existen hoy en día para su reutilización.

El agua es un bien necesario para nuestra supervivencia. En el pasado, los recursos naturales eran la principal fuente para su consumo. Sin embargo, las malas prácticas, las escasas lluvias y el aumento de la población, sobre todo durante el verano, han provocado que ya no sean suficientes.

Para contrarrestar esta carencia, este suministro se complementa con el agua procedente de las tres desaladoras de Ibiza, Sant Antoni y Santa Eulària. «El año 2017 ha sido el primero en el que el porcentaje de agua desalinizada consumida en Ibiza (55%) ha sido mayor que el de recursos naturales (45%)» informó Eduardo Castillo, gerente de Aqualia.

La reutilización sería otra recurso para ahorrar agua, pero «en Ibiza sólo reutilizamos el 2% del agua depurada, el resto se devuelve al mar», declaró Juan Calvo, coordinador de la Alianza del Agua de Ibiza y Formentera.

La agricultura es otro de los ámbitos que más agua utiliza. «Antes, los payeses extraían el agua del subsuelo con molinos y pozos para regar sus cultivos. El riego por gravedad era el sistema más usado, pero como se desperdiciaba más de la mitad del agua, se han buscado otras alternativas como el riego localizado, el más extendido en la isla», explicó Alicia Morales, técnica de la Cooperativa de Sant Antoni.

Con esta campaña, la Alianza del Agua inicia una serie de actividades de educación ambiental de cara al próximo curso académico. Este proyecto tiene el objetivo de concienciar a los más pequeños sobre la importancia del agua y que pasen a ser «los altavoces de este problema con familiares y amigos», concluyó Antonia Picó, concejala de Medi Ambient del Ayuntamiento de Santa Eulària.