El ‘esqueleto’ de la barcaza salinera está en la orilla de la playa, cerca del chiringuito Guaraná.

Los últimos temporales marítimos han desenterrado una antigua barcaza salinera que embarrancó en la playa de ses Salines hace más de medio siglo después, precisamente, de un temporal. Esta misma embarcación ya salió a la luz en noviembre de 2010, cuando el litoral ibicenco ya sufrió otra serie de temporales se llevaron buena parte de la arena de la playa y el ‘esqueleto’ de la barcaza, de unos 20 metros de eslora, quedó al descubierto.

En el siglo pasado, Salinera Española tenía entre 15 y 20 embarcaciones de este tipo que transportaban la sal hasta los barcos fondeados frente a las costas ibicencas. Sin embargo, la construcción del muelle de sa Canal para que pudieran atracar los barcos provocó que estas barcazas dejaran de ser útiles y cayeron en desuso.

Ahora, cerca del chiringuito Guaraná, son visibles las cuadernas de una de estas embarcaciones hasta que la fuerza del mar vuelva a transportar la arena hasta la orilla y tapen de nuevo los restos de esta barcaza.

Al parecer, existen otras dos embarcaciones salineras que también se fueron a pique en la misma playa pocos metros mar adentro.

La industria salinera

Las salinas fueron la principal industria en la isla de Ibiza antes de la llegada del turismo de masas en la segunda mitad del siglo XX, con una producción destinada básicamente a la exportación, como ocurre en la actualidad. El pasado año la empresa Salinera Española preveía una producción de alrededor de 50.000 toneladas de sal. Un producto que en su mayor parte se exporta a las Islas Feroe para la salazón de pescado.

La empresa que explota las salinas de Ibiza está pendiente de la redacción de un plan por parte del Govern balear que regule la actividad salinera y se plasmen por escrito las actuaciones de mantenimiento necesarias para que esta industria pueda funcionar al cien por cien de su capacidad.