Pep Tur Torres (Sant Mateu, 1950) afronta la recta final de su mandato con una guerra abierta contra los empresarios del West End por la limitación de horarios aprobada por el tripartito. El alcalde socialista ha sido el segundo en atreverse a meter el bisturí en la zona que concentra más polémicas de Sant Antoni. La primera, Pepita Gutiérrez, salió escaldada.

— ¿Por qué se le ha declarado la guerra a los empresarios del West End?
—No le hemos declarado la guerra a nadie y menos, a los empresarios del West End. Lo que intentamos es mejorar Sant Antoni de acuerdo con el programa que teníamos, que era cambiar el modelo turístico, y después de un estudio que hemos hecho se ha visto que en el West End hay unos ruidos y molestias excesivos para los vecinos. Intentamos hacer cumplir la ley, que es nuestra obligación, y que sea en beneficio de todos los ciudadanos.

—Los empresarios de la zona han avisado que 300 empleos corren peligro por la restricción de horarios que ustedes han fijado. ¿No le preocupa este hecho?
—Nos preocupa que se pierdan puestos de trabajo pero tampoco estoy seguro que sean 300. Tendrán que cerrar unas horas antes pero también podrán abrir antes, por lo que en principio éste no sería un motivo suficiente para la pérdida de puestos de trabajo.

—¿Teme que vengan menos turistas a Sant Antoni por este tipo de decisiones?
—Yo creo que vendrán los mismos o más. La buena noticia es que hay peticiones para reformar y mejorar unos 30 establecimientos hoteleros en Sant Antoni. Esta es una medida que entra dentro del Plan Estratégico y es la mejora que esperan muchos ciudadanos. A raíz de las mejoras que pretendemos implantar en el West End, muchos ciudadanos de Sant Antoni se han mostrado a favor y me han manifestado que ya era hora que intentáramos esta mejora porque perjudicaba a todo el pueblo.

—¿Por qué esta limitación no se ha tomado en el marco del Plan Estratégico y, por lo tanto, de una manera más consensuada?
—El comité ciudadano que forma parte del Plan Estratégico tiene una función muy importante pero no tenemos que delegar en ellos una responsabilidad que no es suya. Ellos conocen la medida, participarán de los proyectos pero no deberíamos delegarles una responsabilidad que es del Ayuntamiento.

—Este es el tercer año de aplicación del Plan Estratégico, que va desde el 2016 hasta el 2030, y desde fuera no se ven demasiados resultados. ¿Se está trabajando realmente?
—Se está trabajando. Es un Plan Estratégico de largo recorrido porque Sant Antoni ha cogido una dirección desde hace años que sabíamos que no era posible arreglarlo en poco tiempo. Hasta ahora el Ayuntamiento no tenía fondos suficientes para dedicarlos a hacer mejoras en el marco del Plan Estratégico. Ahora ya hemos pagado las deudas y en futuro vemos posibilidades de inversión que antes no veíamos.

—¿Qué se está haciendo?
—Tenemos muy avanzado un convenio con el que podremos conseguir fondos relacionados con el Plan Estratégico, el comité ciudadano ya está funcionando y este invierno pronto tendrá una reunión y las líneas generales de todos los cambios que se tienen que hacer en Sant Antoni están previstos en el Plan Estratégico. Ahora hay que empezar a perfilar estos proyectos y encontrar financiación suficiente para ponerlos en marcha.

—En el último pleno sorprendió que los concejales del PI se demarcaran en dos votaciones, una de ellas en la del futuro cementerio y crematorio de Sant Antoni. ¿Ha dejado secuelas en el tripartito la crisisi que vivieron el verano pasado?
—No, yo creo que no. Ellos quizás no conocían toda la información y decidieron abstenerse a pesar de que tienen al regidor responsable de cementerios, pero no tiene más importancia a mi entender.

—¿No lo ve como una deslealtad que se abstuvieran en un tema tan importante para el futuro de Sant Antoni?
—No, en este caso no porque ya sabíamos que había mayoría suficiente a favor, se había comentado con antelación, y respetamos su decisión de abstenerse.

—Desde fuera parece que la salida de Juanjo Ferrer ha provocado un cierto distanciamiento entre el PI y el resto de socios del tripartito, como si aquel bache no se hubiera superado. ¿Lo ve así?
—No. Es cierto que ha entrado una persona nueva que no conocía lo que habíamos hecho y se tiene que ir incorporando. Siempre que hay un cambio de personas ha de renovarse la relación pero no veo más problemas.

—¿Le sorprendió la marcha de Juanjo Ferrer?
—Sí, porque no conocía que tuviera interés en irse y lo hizo de una manera inesperada para nosotros, pero es muy respetable que llegue un momento en el que uno diga que no tiene ganas de seguir. Hay que respetarlo.

—¿Cómo le sentó que el PI aprovechara esta decisión, supuestamente personal y que nada tenía que ver con el día a día en el Ayuntamiento, para pedir una revisión del pacto y conseguir más poder?
—Conseguir más poder no lo veo así porque se respetan las mismas situaciones que había. Que se hable de tanto en cuanto de revitalizar y renovar los acuerdos es bueno porque nos ayuda a todos a buscar el buen camino.

—¿Estuvo en peligro el tripartito?
—A mi entender no.

—¿Por qué se está acosando al jefe de la Policía Local?
—No se está acosando a nadie. Nosotros estamos obligados a hacer cumplir las ordenanzas y las normas internas. Cuando se encuentra una situación en la que entendemos que no se han cumplido, como es el caso, se le pasa al departamento jurídico de esta casa y éste dice que ve algún incumplimiento lógicamente se tiene que seguir para adelante. En este caso, que no sé cómo se ha hecho público, es un hecho que pasó en 2016, se empezaron a pedir informes, se pasó al departamento jurídico y dicen que ven un incumplimiento, se le pide al Govern que nombre a un instructor independiente que yo ni lo conozco, éste propone una sanción y esto es lo que se ha hecho. Decir que se está persiguiendo a alguien porque se quieren cumplir las normas creo que es una interpretación errónea. Nosotros queremos que se cumplan las normas y estamos obligados a que se cumplan y a hacerlas cumplir. Si esto es persecución yo no lo entiendo así.

—Esta suspensión de cinco días de empleo y sueldo, ¿no es por venganza de la denuncia que él ha presentado por acoso laboral contra la concejala Aída Alcaraz?
—No, yo ya he dicho que esto empezó antes de su denuncia contra la regidora, en todo caso yo podría pensar lo contrario por su parte, no tiene nada que ver. Esto empezó en 2016 y su denuncia fue en 2017, no recuerdo bien la fecha.

—¿Se contratarán más policías locales este verano?
—Contrataremos todos los que nos permite la ley. Hacemos exámenes para pasar de interinos a fijos y tenemos otra vacante que se podrá contratar. Estamos al máximo de lo que nos permite la ley, no son suficientes pero no podemos ir más allá porque la ley no nos lo permite.

—¿Cuántos policías habrá y cuántos serían necesarios?
—Entre 50 y 55 policías y nos harían falta el doble de los que tenemos para responder correctamente al cumplimiento de ordenanzas y al incremento de población y turistas que por suerte tenemos en verano.

—¿Qué ha pasado al final con las multas de Pablo Valdés? ¿Han encontrado al culpable?
—No, todavía lo estamos buscando. Todavía nos falta entrevistar a la administrativa que estaba allí, que está de baja en la Península, por lo que no podemos entrevistarla. En su momento lo haremos. De todas formas entiendo que la situación es clara: no ha intervenido ningún político. En su día se ponen unas denuncias, no se tramitan y, extrañamente, el día que salen en la prensa también aparecen en el sitio donde deberían estar, cuando antes no estaban. Para mí es una situación que me cuesta entender.

—¿Esta funcionaria es la principal sospechosa de la desaparición de las multas?
—No, de ninguna manera. No es que sea sospechosa sino que para acabar el expediente abierto tenemos que entrevistarla, pero de ninguna manera quiero decir que ella sea sospechosa.

—¿El asunto se llevó a los juzgados? ¿Con qué resultados?
—Se hizo una denuncia en el juzgado para que intentaran averiguar qué había pasado y nos dijeron que era un asunto interno del Ayuntamiento y que ellos no podían hacer nada más.

—¿Qué proyectos llevará a cabo el Ayuntamiento este año?
—En el Plan Estratégico está previsto una mejora y rehabilitación del casco antiguo. Este proyecto tiene que tener el máximo consenso y marcarnos cuál es la mejor pauta a aplicar en la zona del West y del casco antiguo, que es una zona que necesita mucha rehabilitación. En los alrededores del West es donde hay más locales vacíos y abandono. Esperamos poder llevar a cabo este proyecto este verano.

—¿Le quitan el sueño las protestas de los operarios de la limpieza de Sant Antoni?
—Me preocupan porque lo que queremos es que se llegue a un acuerdo entre las dos partes en beneficio de la limpieza del municipio y pedimos que dialoguen y que sean capaces de llegar a este acuerdo.

—¿Puede hacer algo más el Ayuntamiento en este conflicto?
—No, es un acuerdo que depende de la empresa y los trabajadores. Lo que sí podemos hacer es insistir a las dos partes que dialoguen.

—Desde enero, ciertos impuestos municipales los recauda la ATIB. ¿Qué mejora supone para los ciudadanos de Sant Antoni?
—Entiendo que a corto y medio plazo se verá una mejora importante. Ya he explicado que cuando nosotros entramos había unas deudas de 13 millones euros y unos incobrados de 14 millones, una cifra de la que todavía quedan 9 millones. Pasar la gestión del cobro a la ATIB será una mejora importante porque aquellos pocos que no pagaban lo acabarán haciendo y podremos llevar a cabo más inversiones y bajar unos impuestos que ahora mismo no podemos por la situación económica que tenemos.

—¿Por qué hay tantos impagos?
—Es evidente que hay una falta de personal. De todas formas el personal que había estaba haciendo un esfuerzo importante y la muestra es que desde que entramos se ha bajado de 14 millones a 9 millones. Pero había llegado el momento que yo necesitaba liberar este personal para hacer otros trabajos importantes y ahora podremos dar un mejor servicio a la hora de pagar sus impuestos y conseguiremos que los que no pagaban ahora lo hagan.

—Sant Antoni y Sant Josep han conseguido dinero del impuesto turístico para la mejora del paseo de la bahía de Portmany. ¿Cuándo podrán empezar a verse resultados?
—Confío en que este año pogamos licitar el proyecto y en 2019 empiecen las obras. Creo que es una mejora muy importante para la bahía de Portmany, será un paseo para caminar e ir en bicicleta desde Port des Torrent hasta Cala Gració. Y en la zona que corresponde a Ports de Balears también se acabará el paseo que ahora falta entre la zona de pescadores y el muelle nuevo.

—¿Está animado para continuar una legislatura más? ¿Le ha gustado la experiencia?
—Yo estoy muy animado para llegar al final de esta legislatura, aún es pronto para hablar de la próxima. Está siendo una experiencia muy enriquecedora para también supone un esfuerzo muy importante. Todavía no hemos tratado este tema.