Un moderno sistema basado en cámaras de lectura de matrículas y bolardos automáticos controlará el acceso a Dalt Vila y la Marina en sustitución de las antiguas casetas con vigilante que, hasta ahora, vigilaban la entrada de los vehículos en el casco antiguo de la ciudad.

Según señalaron desde el Ayuntamiento de Eivissa, las cámaras comenzarán a colocarse a principios del mes de marzo y, una vez instaladas, entrarán en funcionamiento, por lo que el sistema se podrá poner en marcha antes de la Semana Santa. En cambio, la instalación de los bolardos retráctiles, que subirán y bajarán para controlar el tráfico tanto en la calle Comte de Rosselló como en la subida a Dalt Vila, tardarán unas semanas más porque necesitan tener un informe del Consell d’Eivissa que, añadieron, «esperamos tener en breve».

Multas automáticas

El nuevo sistema permitirá multar de manera automática a los vehículos que entren en la zona acotada fuera del horario permitido de carga y descarga sin contar con la autorización municipal. Unas restricciones que, en el caso de la Marina, comenzarán a aplicarse en el mes de mayo.

El Ayuntamiento instalará señales para advertir a los conductores de las citadas restricciones y habilitará además una «vía de escape» para que los vehículos que hayan intentado a acceder a la zona por error puedan retroceder al advertir la prohibición.

Desde el PP de Vila criticaron el retraso en la implantación de este sistema de control y reclamaron la urgente puesta en marcha de medidas de regulación del acceso al tráfico rodado en estos barrios que «garanticen a los residentes el acceso a sus domicilios y el estacionamiento en sus calles», ya que, durante todo el invierno, no ha habido ningún tipo de control en la entrada y salida de vehículos tanto a Dalt Vila como a la Marina.

Los populares denunciaron a través de un comunicado que el sistema no se ha implantado en las fechas acordadas en el contrato de 260.000 euros con Aceinsa Movilidad, S.A., la empresa adjudicataria que debe implantar el sistema durante los próximos cuatro años. Además, alertó que todas las tarjetas de estacionamiento autorizado de los residentes de Dalt Vila caducaron hace dos meses sin que hayan sido renovadas por el Ayuntamiento.

El PP recalcó que el periodo para implantar el sistema acabó el pasado enero y que el acta de inicio ya debería de haberse firmado. Además, lamentaron que, a poco más de un mes para Semana Santa y del inicio de la temporada turística, no hubiera un sistema de control que regular los accesos al tráfico rodado a estos dos barrios.