Imagen de la puerta principal de la Audiencia Provincial. | Alejandro Sepúlveda

Tres años de cárcel e indemnizar con 323.948 euros a la víctima. Es la pena impuesta por un tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma al trabajador de seguridad de un beach club de Sant Josep juzgado por un delito lesiones con el agravante de confianza.

Según el relato de los hechos, el vigilante de 35 años agredió a un hombre que quedó en coma tras golpearse la cabeza.

El Ministerio Fiscal solicitaba en un principio una pena de ocho años de cárcel por una agresión a un hombre que intentaba entrar en el establecimiento y una indemnización de casi 400.000 euros por los daños causados a la víctima y las secuelas.

Los hechos tuvieron lugar en septiembre de 2013 en el exterior del local. El acusado dio un puñetazo a un hombre de 46 años para impedirle entrar en el local. La víctima cayó al suelo y se golpeó la cabeza.

El hombre sufrió diferentes lesiones por las que fue ingresado en una UCI hospitalaria. Estuvo hospitalizado 100 días y tardó en curar 520 días.

En la vista oral que arrancó el pasado 30 de enero, el acusado negó ante el tribunal haber dado un puñetazo al cliente que sufrió graves lesiones cerebrales. Afirmó que «era falso» que él, que entonces boxeaba como aficionado y ahora lo hace profesionalmente, diera un puñetazo al cliente, que había sido expulsado del establecimiento por mal comportamiento y pretendía volver a acceder enfrentándose al personal de seguridad.

El acusado explicó ante la sala que cuando él y otro empleado del establecimiento estaban impidiendo que consiguiera su propósito, el cliente se le abalanzó con intención de pegarle, momento en que lo detuvo y el agresor se fue hacia atrás, golpeándose su cabeza contra el suelo. «El hombre tropezó hacia atrás», insistió el acusado ante el tribunal.

Finalmente, la sentencia ha sido condenatoria.