Estos encuentros nacieron hace cinco años gracias a Liliana Amara y Alex Rein, propietarios de la Enoteca Eivins, situada en el número 39 de la calle Soledad de Sant Antoni, y a la poetisa Nora Albert, y actualmente se han convertido en un referente por su perfecta mezcla de vino y poesía.
Cada año distintos poetas y artistas de la isla acuden a la cita con propuestas diferentes como por ejemplo los poemas sobre el vino escritos a lo largo de nuestra historia, desde los clásicos Homero, la poetisa Safo o Alceo de Mitilene, hasta Li Po, Al Sabini, Omar Kayyam, Baudelaire, Maragall o Neruda o los haikú japoneses que se trataron hace un par de ediciones.
Este año estará dedicado a Manel Marí, que precisamente escribió su poemario Tavernàries halagando las excelencias báquicas, y a los versos que constan de diez sílabas métricas y que son conocidos como decasílabos. Está prevista la participación de Iolanda Bonet, Àngels Martínez Cordera, Carles Cortés, Àngels Escandell, Carles Fabregat, Julio Herranz, Jordi Marí, Gabriella Monferdin, Bartomeu Ribes, Pau Sarradell, Emma Segura, Eva Tur, Marià Torres, Magda Vauquier, Jaume Vidal Corteza, Vicent Tur, Joan Cardona, Bernat Joan, Toni Roca y Nora Albert, aunque la lectura está abierta al público presente.
«Parte de nuestra cultura»
Según Nora Albert, «desde tiempos inmemoriales el vino y la palabra han formado parte de nuestra cultura y sería difícil entender nuestra historia sin estos dos ingredientes, ya que tanto el vino como la palabra son un don de la naturaleza y, como dijo Hemingway, forman parte de nuestra civilización».
No en vano y según la organizadora de este encuentro poético «desde la época de Homero las dos han propiciado nuestras experiencias con la gente, los paisajes y los sentidos, ya que son cultura y conocimiento y también arte». Y por eso, según Albert, «nos invitan al carpe diem y al disfrute de la existencia».
Además, la poetisa ilerdense afincada en Ibiza desde hace más de dos décadas recordó la frase que decían los clásicos, «In vino veritas», y que, según el poeta griego de la antigüedad, Alceo de Mitilene, «el vino dio a los humanos a través de Zeus y Semele el don para el olvido de las penas». Y teniendo en cuenta que según sus palabras «la poesía, en estos tiempos tan crematísticos, es un buen desanestesiador para despertar los sentidos, el conocimiento y el amor», no puedo haber mejor maridaje.
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