El futuro edificio, cuyo proyecto ha sido consensuado con el Ayuntamiento de Vila, tendrá 5.800 m2 de superficie y contará con tres alturas. La planta baja, que constituirá la puerta de acceso, salida y taquillas con una superficie de 4.4000 m2, una primera planta de 700 m2 destinada a oficinas y, finalmente, una cubierta de otros 700 m2 donde se realizará el embarque y desembarque de los pasajeros. La altura del edificio será de 0 metros y no superará la altura actual de las pasarelas de embarque y desembarque.
Gual de Torrella realizó este anuncio antes de ofrecer la conferencia ‘Balance y futuro del puerto de Ibiza’ en el Club Náutico de Ibiza, que sirvió para repasar las actuaciones que la APB ha llevado a cabo en el puerto de la ciudad y las que están previstas hasta el año 2020. En este sentido, el presidente de la APB apuntó que el eje principal de sus actuaciones en Ibiza ha sido «recuperar la primera línea para los ciudadanos» y recordó que su primera decisión al frente del ente portuario hace dos años y medio fue ponerse en contacto con los alcaldes. «Antes de presidente yo era conseller de Autoritat Portuària y había una mala relación con los ayuntamientos que hacía muy difícil avanzar en los proyectos», apuntó Gual de Torrella, quien añadió que «la desconfianza con Autoritat Portuària se ha ido perdiendo y el trabajo es más fácil de llevar».
En cuanto al trabajo realizado, el presidente de la APB recordó el «debate apasionado» en torno al edificio de es Martell y destacó «la renuncia» a la plaza pública por parte del Ayuntamiento de Vila. Gual de Torrella también señaló la reforma del muelle de grandes esloras y se mostró a favor del proyecto de museo marítimo que proyecta el Consell d’Eivissa, por lo que cederán un espacio en el Muro para que atraquen las embarcaciones que formen parte de la colección de este museo.
Acceso a la primera línea
Gual de Torrella también avanzó que este verano espera que los ciudadanos puedan acceder totalmente a la primera línea de los puertos deportivos de Marina Ibiza y Marina Botafoch. «Ahora, tanto estas marinas como el Club Náutico son tres fortalezas que aíslan a los ciudadanos del mar», apuntó el presidente de la APB.
El máximo mandatario del ente portuario en Balears también se refirió a la situación de la concesión de Marina Botafoch, cuya petición de prórroga por parte de sus actuales concesionarios está actualmente en fase de estudio. «Se está analizando el proyecto y uno de los requisitos será el acceso a primera línea de mar», apuntó Gual de Torrella. El presidente de la APB también señaló a petición de Pepa Roig, presidenta de la Asociación de Titulares y Usuarios del Puerto Deportivo Marina Botafoch, que espera tener una decisión tomada sobre la prórroga o no de la condición «antes de Pascua».
La renovación del Club Náutico de Ibiza también formó parte del análisis de Gual de Torrella. «Empezar las obras depende de vosotros, pero el requisito es eliminar los muros para dejar un paseo», avisó el presidente de la APB. Antes de iniciarse la conferencia y en declaraciones ante los medios de comunicación, Gual de Torrella aconsejó a los gestores del Club Náutico que se olviden de modificar el proyecto inicial con el que ganaron la concesión ante otros dos pretendientes. «Si quieren perder la concesión lo que yo haría sería cambiar el proyecto. Como nosotros queremos ratificarnos en la decisión de que el Club Náutico es la mejor opción para gestionar este espacio, le aconsejamos que haga el proyecto que ganó», avisó Gual de Torrella.
Inversiones
El presidente de la Autoritat Portuària de Balears destacó que entre 2018 y 2018 el ente portuario ha invertido en el puerto de Ibiza 102 millones de euros, una inversión que va en paralelo «al nivel de calidad de su oferta turística.
Ibiza tiene un segmento de turismo de lujo superior a otros lugares y el puerto no puede quedar atrás». Entre las futuras inversiones de aquí a 2020 se encuentran el aparcamiento de 700 plazas de la avenida de Santa Eulària, el traslado de la cofradía de pescadores y del varadero al muelle comercial y el cambio de ubicación de la estación marítima de Formentera. Unas obras que están pendientes de la aprobación del Plan de Usos del puerto, cuya redacción podría estar lista en un par de meses.
Por su parte, el alcalde Vila, Rafa Ruiz, alabó el carácter de Gual de Torrella, «un hombre de palabra y compromiso y que ha marcado un estilo en Autoritat Portuària que espero que no se acabe». Ruiz también destacó que el turismo de cruceros «es ideal para la ciudad» pero señaló que «no hacen falta más cruceros, estamos en el punto óptimo».
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