Imagen de archivo de una sala de espera de consultas externas.

Conseguir una cita con el médico especialista no es tarea fácil. Ayer mismo había 36.747 pacientes en lista de espera para una consulta externa en los hospitales del IB-Salut, con una espera media para ser atendido de 31,67 días. Con estos datos en la mano sorprende que el año pasado se tuvieran que suspender 123.824 consultas programadas en los hospitales y 562.699 en los centros de salud al no presentarse los pacientes.

Así lo reconoce el director de Asistencia Sanitaria del IB-Salut, Nacho García, quien afirma que «es cierto que hay mucha gente con cita programada que no acude a la consulta del especialista o del médico de familia, y que 686.523 consultas suspendidas en un año son muchas citas perdidas.

Los hospitales de la red sanitaria pública programaron en 2017 un total de 1.468.883 consultas, un 2,05 % más que el año anterior, de las que un 8,4 % no se llevaron a cabo porque los pacientes no acudieron a las citas ni las cancelaron.

Por lo que hace referencia a los centros de salud, el año pasado se planificaron 8.622.275 citas en las gerencias de Atención Primaria de las Islas, de las que 562.699 no se llevaron a cabo (7 %) por la ausencia del paciente.

«Desde el IB-Salut hacemos un gran esfuerzo para rebajar las listas de espera», afirma García, por lo que «pedimos a los pacientes que, en caso de no poder acudir a la cita, llamen y así se puede reprogramar y aprovechar por parte de otra persona».

El director de asistencia sanitaria del IB-Salut recuerda que «los hospitales avisan de la cita mediante llamada telefónica y mandan un recordatorio por SMS».

Sanciones

La idea, insiste García, es que «si una persona no puede acudir al médico «lo diga y así nos beneficiamos todos». El IB-Salut no quiere poner en marcha medidas coercitivas. «De lo que se trata es de que la gente tome conciencia de la situación y ayude a la sanidad pública a ser más ágil y resolutiva», argumenta García.

El IB-Salut destinó el año pasado 8 millones de euros al pago de la actividad extraordinaria (consultas, intervenciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas realizadas fuera del horario habitual  ) con el objetivo de rebajar las listas de espera.

«No sólo hemos aumentado la actividad extraordinaria, también hemos ampliado la actividad ordinaria y los convenios singulares», añade García.

Por otra parte, el director de Asistencia Sanitaria del IB-Salut recuerda que los pacientes que no puedan acudir a la cita con su médico de familia o enfermero la pueden cancelar o reprogramar llamando al teléfono de cita previa o a través de internet.

Hay que tener en cuenta que los huecos que quedan en las agendas, cuando el paciente no se presenta a la consulta, tienen un coste económico y suponen un perjuicio para otros usuarios de la sanidad pública que esperan poder conseguir cita.