Ainara Sánchez, concejala responsable de Bienestar Animal. | DANIEL ESPINOSA

Sant Antoni es el único municipio de la isla que cuenta con una concejalía de Bienestar Animal para ayudar, en gran parte, a reducir la superpoblación de gatos y mejorar la convivencia entre las colonias felinas y los humanos. Ainara Sánchez está al frente de esta concejalía que se creó hace dos años y solo lleva uno más ligada a la política, desde que se formó Reinicia Sant Antoni.

—No solo es concejala de Juventud, también lo es de Bienestar Animal. ¿Hasta qué punto es necesaria esta concejalía?

—Lo vemos necesario porque para las políticas públicas de Bienestar Animal hace falta estar encima, si lo dejamos dentro de otro punto digamos que no se atiende de la misma manera que si hay una persona ya dedicada a ello y a los que los ciudadanos sepan a la que dirigirse. Hay mucha gente que se piensa que solo trabajamos para los animales, pero también lo hacemos para la gente con animales. Decidimos crear la concejalía para poder legislar. Realmente cuando tú entras en política, entras como legislador tengas o no experiencia. Es lo que más nos está costando, sacar la nueva ordenanza.

—¿En qué consiste esa ordenanza?

—Hay varios puntos que creo que son fundamentales para avanzar. Incluye, por ejemplo, la figura del gato feral. En una ordenanza cuando describes los tipos de animales a los que te diriges y proteges, el gato feral no está. Está comúnmente conocido como callejero, pero realmente no corresponde con las definiciones de silvestre, asilvestrado, vagabundo, perdido... primero hay que reconocerlo para poder protegerlo. También está reconocido en esta ordenanza el método CES que consiste en capturar, esterilizar y soltar a estos felinos con el objetivo de reducir la superpoblación y los conflictos de convivencia.

—¿Cuándo se va a aprobar?

—En marzo del año pasado ya la podíamos haber aprobado, se retrasó por problemas técnicos y en verano sacamos el anuncio de que la íbamos a aprobar y estamos en ello, confío en que antes de verano esté aprobada. Ahora, de momento, trabajaremos hasta el 26 de mayo de 2019, fecha de las elecciones, para seguir ayudando en este tema aunque espero que siga la concejalía entre quien entre.

—¿Hasta qué punto es necesario aprobarla?

—Una ordenanza es una herramienta más para poder ayudar y tener todo en orden. Ahora cuando te llega una queja de un vecino de que tiene una colonia de gatos, tienes que explicarle todo, paso por paso. Además, hay gente que lleva décadas haciéndose cargo de estos animales cuando son «propiedad» del Ayuntamiento.

—¿Recibís muchas quejas en este sentido?

—La verdad es que no muchas. Ahora tenemos un par que son fácilmente solucionables, pero sí que es verdad que hay veces que tenemos que explicar más de la cuenta. Yo también entiendo que si desde una administración pública nunca se ha tratado este tipo de temas se crea confusión.

—¿A qué se deben esas dos quejas?

—Normalmente el problema viene por el punto donde excrementan los gatos, ya no tanto el punto de alimentación, que hay alguno que también y es lo que estamos intentando regular mediante un proyecto que se llama esterilización felina y formando a los voluntarios que tenemos.

—¿Qué funciones tienen estos voluntarios y cuántos son?

—Cada vez tenemos más voluntarios, de hecho ahora hay casi 40. Entre ellos está el alimentador, el gestor de colonia y el atrapador. El alimentador de colonia hace una función que hasta ahora está prohibida por la ley balear que dice que no se puede dar de comer a animales silvestres. Por eso es tan necesario crear la figura de gato feral porque no llega a ser silvestre al depender de nosotros para su supervivencia. El alimentador se pone en contacto con el Ayuntamiento, este último apunta esa colonia en la lista y le decimos que se haga voluntario en nuestro proyecto de voluntariado.

—¿Puede contarnos en qué consiste ese proyecto?

—Hace unas semanas hicimos un taller de formación de voluntariado especificando el tema de la comida porque si tú vas a crear una alarma social no estás protegiendo al gato. Igual tú puedes tener muy buena intención para ayudar a los gatos, pero realmente estás haciéndolo mal. En eso estamos trabajando.

—¿Cuántos gatos hay en Sant Antoni?

—Tenemos un censo de 50 colonias. En cada colonia pueden haber desde tres gatos hasta 20 porque se trate de una colonia que nunca ha tenido control. No tenemos un número fijo real, pero pon que hay una media de siete gatos en cada colonia. Y estos son los que tú ves, porque pueden ser más.

—Y ese número aproximado, ¿cuál es?

—Multiplica 50 por 7 y más o menos esos son los que hay.

—Hasta ahora, ¿qué se está haciendo con los gatos?

—Cuando recibimos un aviso llamamos al servicio de recogida, en este caso Can Dog, que puedo adelantar que este año cambiará, y ellos se encargan de atrapar a esos gatos y confinarlos en jaulas hasta que sean dados en adopción.

—Para terminar, ¿qué presupuesto destina el Ayuntamiento a esta concejalía?

—Se divide en servicios técnicos como pueden ser los cursos que se hacen en el Espai Jove en relación con los animales, veterinarios para esterilizaciones de animales de la calle, inversiones para pipicán o parques caninos. En este sentido, ahora estamos valorando cuál de los dos vamos a hacer por la zona de ses Variades.