«Qué pena que al menos la mitad de esta cola no se hubiera repetido todos los días». Este comentario de Marisa, una vecina del barrio de Es Clot que esperaba pacientemente su turno en la entrada de la librería Vara de Rey. resume a la perfección el sentir de la mayoría de los ciudadanos que ayer acudieron a dar el último adiós a este establecimiento mítico que cierra sus puertas tras casi cuatro décadas de vida.

Muchos años, muchas anécdotas, muchas vivencias y sobre todo muchos recuerdos que provocaron alguna que otra lagrimilla entre Maruja, Pepita, Marta, Vero, Paqui, Lola, Marga, Mar, Ana, Irina, Lourdes o las dos Marías, las dependientas que se han mantenido hasta el último día fieles a la librería, con una sonrisa y al pie del cañón, como se dice popularmente. También hubo emoción entre muchos de los clientes. Pep, «un vecino de toda la vida de la calle Aragón» era uno de los más afectados. «Todos los domingos venía a comprar el periódico a esta librería, me daba un pequeño paseo, veía el mar y me volvía y ahora siento que me han arrancado un trozo de mi vida».

Mientras, otros sentían «rabia». Era el caso de Lluís. «No sé de quién es la culpa de que cierren negocios de toda la vida en el centro, si de las autoridades que no cuidan el entorno de los barrios céntricos, si de los especuladores con sus altos alquileres o de nosotros mismos que decidimos comprar todo por Internet, pero lo cierto es que el centro de Ibiza ha perdido totalmente el encanto para los que vivimos aquí todo el año».

Y junto a ellos, Josep, Moi, Belinda, Carles, Juan Carlos, Toni, Joan, Amadeo, Lluis, Gonzalo, Miquel... y cientos de residentes que ayer no quisieron perderse el último día de esta emblemática librería y de paso aprovechar para comprar algún libro con un descuento del 50 %. «Entiendo que la bajada de ventas sea el detonante principal pero lo que está claro es que el centro de la ciudad ya no es para los ibicencos porque pronto no quedará ni un negocio de los de toda la vida», explicaba Luisa en clara alusión también al cambio de ubicación de la tienda de fotografías Ibifoto que próximamente se mudará a la calle Bisbe Huix tras casi 25 años en Vara de Rey.

Santiago Marí, muy afectado

Posiblemente una de las personas más afectadas por el cierre era su dueño, Santiago Marí. Él heredó el negocio familiar y ayer aseguró a Periódico de Ibiza y Formentera que después de tantos años y de tantos recuerdos el lunes se sentirá «muy extraño y triste» viendo que ya no quedará en la isla ninguna librería abierta con el nombre de Vara de Rey, tras el cierre hace años de la que estaba en el céntrico paseo de s’Alamera de Santa Eulària y en 2013 de la del Mercat Nou de Vila, después de 37 años abierta.

Según Marí, «la situación era totalmente insostenible por varias causas». Sin embargo, la principal y definitiva «ha sido que, debido al auge de la compra por Internet, hemos experimentado un descenso vertiginoso del volumen de ventas en periódicos, revistas, libros, objetos de papelería y material escolar y libros de texto».

Precisamente sobre la fuerte reducción de ventas de material escolar desde que el Govern autorizó a las asociaciones de padres y madres de alumnos de cada centro a vender directamente esos libros, fue sobre el que más incidió el hasta ahora dueño de la librería Vara de Rey. «Esa decisión ha marcado un antes y un después porque supuso una puñalada casi mortal para las librerías de Ibiza y Formentera y porque a pesar de que hemos mantenido reuniones con los departamentos de cultura y educación todo han sido palabras vacías y ninguna solución al respecto».

Por último, Marí quiso agradecer a todos los empleados que han pasado por la librería durante todos estos años «su esfuerzo y su dedicación» y mostró su satisfacción al ver las colas de ayer y de estos días a la puerta del establecimiento. «Siento una profunda pena pero también me quedo con la imagen de los residentes de Ibiza dando la despedida a este negocio familiar, demostrando que era uno de los comercios que quedaban abiertos con mayor arraigo entre los ibicencos».