Si algún día ven que hay luz en el Ayuntamiento de Sant Josep por la tarde no es que los funcionarios se hayan vuelto locos sino que su alcalde, Josep Marí Ribas (Sant Josep, 1959) está en su despacho haciendo horas extra delante de su ordenador. Agustinet encara la recta final de su tercera legislatura –la segunda la interrumpió una moción de censura– con ánimos suficientes para volver a presentarse a la alcaldía en 2019, si es que su partido no le encomienda mayores responsabilidades.

—Usted dijo que esta sería la legislatura del agua en Sant Josep. ¿Dónde llega el agua desalada y qué queda por hacer antes de las elecciones?
—Dije que lo sería y lo ha sido porque hemos cumplido los compromisos electorales a los que nos comprometimos. Incluso llegué a hipotecar mi cargo. El agua buena llega ya a toda la zona de Sant Jordi, sa Carroca, Can Fita, Platja d’en Bossa y Can Raspalls, todo Cala de Bou, Port des Torrent, Platges de Comte, Cala Tarida y Cala Vedella, y nos queda pendiente Sant Josep, es Cubells y la vénda de es Jondal, en Sant Jordi. Calculamos que en marzo estará todo el municipio cubierto, sólo estamos pendiente de papeleo porque las obras ya están hechas. Hemos invertido más de siete millones de euros en la mejora de redes porque era un crimen introducir agua desalada y que por las tuberías se perdiera más de la mitad.

—Supondrá un aumento en la factura que pagan los vecinos?
—No porque hace dos años que ya aumentamos el recibo del agua y no tenemos previsto aumentarlo de nuevo. De hecho, y o tengo la esperanza de que si conseguimos hacer un consumo mayor y la desaladora de Santa Eulària no la tenemos que amortizar, se podría plantear una reducción de precios.

—¿Cuándo empezarán las obras del colegio de Cala de Bou?
—Las obras del colegio de Ses Planes creo que empezarán este año pero estoy un poco disgustado con la tardanza del Ibisec en redactar el proyecto. Nos dicen que estará listo al final de este trimestre pero luego somos nosotros los que tenemos que licitar y adjudicar las obras, por lo que creo que pueden empezar en verano o poco después. Estamos aún a tiempo pero la verdad es que este tema me tiene intranquilo.

—El conseller March aseguró que las clases empezarían en el curso 2019-2020. ¿Cree que se cumplirá?
—Sí, estamos a tiempo. Si empezamos las obras este año es muy posible que puedan estar acabadas en septiembre de 2019. El dinero lo tenemos en el presupuestos, el convenio está firmado y sólo estamos pendiente del proyecto ejecutivo para poder licitar las obras.

—Este verano habrá 600 hamacas menos en las playas de Sant Josep. Con esta reducción, ¿queda todo el mundo contento?
—No, los concesionarios no están contentos. Nosotros hemos reconocido que hay una sensación generalizada de que en algunas playas hay muchas hamacas y la gente reclama más espacio. A través de un estudio técnico que se ha elaborado durante dos años hemos creído conveniente llevar a cabo esta reducción, que ya no es la primera que hacemos.

—¿Cómo y cuándo sacarán a concurso estos lotes?
—Será pronto, a lo mejor este mes o a principios de febrero aprobaremos las bases de esta adjudicación, que no se hará mediante una subasta sino que hemos vuelto a un sistema de concurso en la que la oferta económica será una parte y, la otra, pues criterios sociales o medioambientales. Hay gente que querría que se valorara la antigüedad pero no se puede. Hace dos años hubo una crítica generalizada al sistema que utilizamos pero yo no diré que fuese malo porque nadie lo recurrió administrativamente pero sí que es verdad que fue muy contestado y queremos atender lo que se nos dijo. Creo que las playas estos dos últimos años han funcionado mejor que nunca.

—¿Cree que se equivocaron con la subasta?
—Creo que el sistema era bueno pero hubo un elemento que dio una imagen muy distorsionada de lo que allí pasó. Gente que probablemente son profesionales de esto y que vienen a reventar precios y no fue agradable. Era un sistema correcto, legal y que permitía a la gente que quería defender una concesión poder hacerlo en base a un sistema puramente económico, pero hubo un elemento que desvió toda la atención. No considero que nos equivocáramos. Veremos ahora cómo irá porque la presión sobre las playas de Sant Josep no es la misma que en otros municipios. El sistema de sobres quizás tampoco es del todo perfecto pero visto lo visto hemos optado por este sistema.

—¿Perderá dinero el Ayuntamiento con este nuevo sistema?
—Lo tendremos que ver. Yo creo que no recaudaremos tanto como hace dos años pero sólo es mi impresión.

—¿Cuándo cree que podrán presentar el avance del futuro Plan General de Sant Josep?
—El municipio de Sant Josep en temas urbanísticos tiene más problemas que el futuro Plan General. Tenemos problemas derivados de una estructura administrativa en el departamento de Urbanismo muy insuficiente, porque venimos de una manera de hacer de la época pasada en que el criterio que se aplicaba no era el del interés general. Nos hace falta mucho trabajo, reforzar equipos, contratar la redacción de un Plan General que tiene que ir precedida de un diagnóstico que nos diga las necesidades. Este avance no cambiará mucho de las aprobaciones iniciales que hicimos en su momento porque no habrá nuevos crecimientos. También tenemos que poner sobre la mesa el cambio en la normativa autonómica. Ya iniciamos unos trámites con la LOUS y antes de poder redactar el Plan General el Govern decide hacer una nueva normativa, la LUIB, que acaba de salir del horno y que nos dicen que redactar un Plan General será más fácil que antes, pero nuestros técnicos nos dicen que esto no es realmente así. Lo que sí puedo decir es que estamos trabajando mucho, que estamos teniendo muchas reuniones para trazar una hoja de ruta. No le daré una fecha concreta porque no la tengo y no me quiero comprometer. Al final del mandato tampoco es el momento para grandes anuncios de este tipo pero sí para hacer estos estudios previos y diagnósticos. Lo que sí le puedo decir es que no habrá nuevos crecimientos y que ordenaremos los suelos urbanos, que están absolutamente desordenados.

—¿Le gusta la nueva Ley de Urbanismo balear (LUIB)?
—Es una ley compleja y que se hace con pinceladas de las sensibilidades de las diferentes islas en la que la isla más grande, seguramente, pesa más. En Ibiza tenemos problemas urbanísticos que esta ley seguramente no resolverá. El Consell también habla de la revisión del PTI y no sé cómo incidirá. Tenemos que acabar de aclarar las responsabilidades sobre la disciplina urbanística; nuestros técnicos nos han advertido de este tema porque la nueva normativa responsabiliza a los funcionarios que no tramiten y nosotros, con esta débil estructura que tenemos, son temas que me hacen sufrir.

—Hablaba de ordenar núcleos urbanos, ¿se podrán ordenar con el futuro PGOU?
—Sí. Nuestras Normas Subsidiarias de 1986 son bastante malas en el sentido que en suelos urbanos marcaba áreas de actuación que debían desarrollarse por parte de los propietarios que quisieran construir. Lo que ha pasado es que se han dado muchas licencias sin desarrollarse estas áreas de actuación y ahora tiene que ir el Ayuntamiento a hacerlo. Y la nueva ley te pone dificultades, porque dice que en los sitios que no tengan servicios urbanísticos no podrán ser suelos urbanos, por lo que lo primero que te obliga esta ley es a hacer estudios de nivel de servicios de infraestructuras en suelos que ya tenemos como urbanos. Y no incluye un periodo de transición para dotar de infraestructuras a los sitios donde no los hay. Lo que pide la ley es lógico pero el problema es cómo nosotros tenemos las cosas para arreglarlo.

—¿Cuánto tiempo tarda en conseguir un ciudadano una licencia urbanística cuando presenta un proyecto?
—Mucho, demasiado tiempo, creo que estamos en más de un año a excepción de las licencias de reforma y mejora de establecimientos hoteleros. Tardamos demasiado por esta deficiencia de información de base que tenemos y lo lamento porque los ciudadanos no se lo merecen pero no lo hemos sabido hacer mejor.

—Cuando lee en la prensa que el aeropuerto de Ibiza ha rozado los ocho millones de pasajeros en 2017, ¿usted es de los que sonríe o de los que se lleva las manos a la cabeza?
—Ni una cosa ni la otra. La verdad es que en muchas épocas del año tenemos demasiada gente en la isla, seguimos batiendo récords y las infraestructuras y los servicios de la isla llegará un momento en que no los podremos dimensionar lo suficiente. Me consta, y quiero que suene a excusa, que no somos los únicos que sufrimos esta sensación de saturación. El número de pasajeros también viene dado por las nuevas tendencias, porque antes no teníamos tantos porque la gente venía más días y ahora hay gente que viene dos o tres veces en verano y en estancias más cortas.

—El alcalde de Santa Eulària, semanas atrás, se quejó de que el Consell y el Govern discriminaban a su municipio por cuestiones ideológicas. ¿Usted se siente beneficiado por ser del PSOE?
—En absoluto, no puedo decir que se me esté beneficiando en nada. Lo que hace el Consell o el Govern en el municipio es lo que toca, de hecho el colegio de Ses Planes lo tenemos que financiar nosotros. Si se refiere al proyecto del impuesto turístico es verdad que nosotros planteamos un proyecto muy bueno y estimulante como el de la bahía de Portmany, a cinco años, que es una inversión necesaria. Pero es que lo presentamos con los criterios que obligaba la convocatoria de este impuesto, que era la intermunicipalidad y la cofinanciación de otras administraciones, porque los ayuntamientos también ponemos bastante dinero. No creo que Santa Eulària se tenga que sentir perjudicada.

—¿Cómo funcionó el servicio de taxis la temporada pasada? ¿Cree que hacen falta más?
—Taxis no hay suficientes en temporada alta y si no se pueden cubrir los servicios después aparecen ofertas alegales. Creo que deberíamos sacar alguna licencia más de taxis pero no sé cuántas más, por lo que tendremos que hacer un estudio para ver si hacen falta o no.

—¿Y la policía? ¿Pueden incrementar la plantilla?
—No hay demasiadas posibilidades por una cuestión de la regla de gasto y la imposibilidad de crecer en personal, y luego es que tampoco hay tanta gente en las academias de formación. Hace tiempo que los policías nos los estamos robando de un municipio a otro. A mí me gustaría tener más pero lo veo difícil en estos momentos. Por eso creo que es importante que los ayuntamientos, el Consell y la Delegación del Gobierno, con la flamante nueva directora, reclamemos más presencia policial de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para que nos ayuden en un lugar donde aportamos tantísimo a las arcas públicas de este país.

—En 2017 ha habido muchas muertes en las carreteras de Ibiza y en su municipio hay, sobre todo de camino a las playas, carreteras estrechas por las que pasan muchos vehículos. ¿Le han pedido al Consell que actúe en las carreteras de su municipio?
—No. Todo es susceptible de mejora pero en nuestras carreteras no es donde más problemas hemos detectados. Sí que hay necesidad para reformar y ampliar la carretera entre Sant Antoni y Sant Josep, una reivindicación que vengo reclamando desde que soy alcalde. Tenemos una carretera deficiente que necesita una serie de rotondas tanto en el cruce de Sant Agustí que va a Platges de Comte y la Bassa, como en la salida de la tienda de es Verger hacia Cala Tarida, Cala Vedella y Cala d’Hort para evitar las colas y los atascos.

—¿Ya ha hablado con la consellera sobre esta carretera?
—Sí, muchas veces. Somos viejos conocidos y me asegura que está en la agenda pero hay que empezar por encargar un proyecto, porque así como en Santa Eulària hace tiempo que tienen los proyectos hechos nosotros todavía no.

—En cuanto a su futuro, ¿está animado para continuar en Sant Josep cuando acabe la legislatura?
—Pues tengo días de todo. Hago un trabajo que me gusta muchísimo, estoy muy entregado y me hace muy feliz pero también me hace sufrir, porque también implica mucha presión. Estoy animado pero todavía no he decidido qué hacer, lo haré más adelante y dependerá de mi estado de ánimo, de mi equipo, del partido y de otras cosas. Modestamente creo que he adquirido una experiencia que no es fácil conseguir y ahora me encuentro bien, en forma. Ya veremos dentro de un año y medio.

—Y esta experiencia, ¿no sería buena en el Consell d’Eivissa? Porque la enfermedad de Vicent Torres hace que su continuidad no se dé por segura.
—Vicent Torres es nuestro presidente, nuestro candidato y creo que se volverá a presentar. Él dice que está en forma y si se quiere presentar será el candidato del PSOE al Consell.