El detenido llegó a los juzgados cubriéndose la cara y esposado a otro arrestado. | MARCELO SASTRE

El juez de Violencia Sobre la Mujer de Ibiza ordenó ayer prisión provisional para el joven de 33 años detenido por quebrantar la orden de alejamiento y de comunicación que tenía impuesta, así como acosar y coaccionar a su expareja.

Según informaron ayer fuentes judiciales, J.E.V. fue enviado a prisión provisional después de no aceptar en sede judicial el acuerdo de conformidad planteado entre el Ministerio Fiscal y su defensa.

El hombre de nacionalidad argentina permanecerá en prisión a la espera del juicio que se celebrará en el juzgado de lo Penal el próximo día 27.

En la comparecencia celebrada ayer, el hombre negó las acusaciones que motivaron su detención la mañana del martes en un hostal de Vila en el que se alojaba desde que hace dos semanas salió de prisión por otra condena.

Reincidente

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El caso no se resolvió ayer con un juicio rápido y ahora el detenido permanecerá en el centro penitenciario de Ibiza dos semanas a la espera del juicio que se celebrará por la vía Penal.

El Ministerio Fiscal había solicitado al juez de Violencia Sobre la Mujer que el acusado fuese controlado con un dispositivo de seguimiento telemático, pero el magistrado ordenó su internamiento provisional a la espera del juicio.

J.E.V., ha sido detenido en dos ocasiones en siete días. Así, apenas 72 horas después de salir de prisión, la Policía Nacional lo detuvo en plena calle después de que su expareja denunciase que el joven continuaba acosándola y coaccionándola a través de mensajes del móvil.

La investigación apuntaba que el joven de 33 años también había quebrantado una orden de alejamiento y comunicación, pero este delito no se le pudo imputar porque el juzgado no le había comunicado el auto. El joven compareció en el juzgado de lo Penal y se le comunicó que por sentencia se le imponía una orden de alejamiento de dos años respecto a su expareja, orden que entraba en vigor ese mismo día.

El martes los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional le volvieron a arrestar por los delitos de quebrantamiento de la orden de alejamiento y comunicación, amenazas y coacciones.

Fuentes policiales indicaron que desde que salió de prisión, el joven ha estado acosando y coaccionando a su expareja a través de «constantes mensajes de Whatsapp en los que incluso dejaba entrever que le había estado siguiendo». Ante esta situación, los agentes de la Policía Nacional procedieron a la detención del joven «que es reincidente en el delito de amenazas y también en el quebrantamiento de la orden de alejamiento», señalaron las mismas fuentes.