El Banco de Alimentos de Ibiza y Formentera ha conseguido este año sus objetivos con la recogida de 38.000 quilogramos de alimentos durante los días del Gran Recapte del pasado 1 y 2 de diciembre. Este cifra supone un 10% más con respecto al año pasado y los resultados apuntan a que la organización está obteniendo una buena acogida por parte de la sociedad pitiusa con unas expectativas de futuro positivas.

Asimismo, y pese a que siempre se hace necesaria la colaboración de más voluntarios, este año han podido gestionar mejor los relevos y los turnos. El presidente del Banco de Alimentos de Ibiza y Formentera, Jaume Ródenas, así lo expresa: «Ha aumentado el número de voluntarios con respecto al primer año, lo cual nos permite ir más tranquilos. Los puntos de venta fueron 15, los mismos que en 2016, pero hay que hacer turnos durante dos días hasta el punto que el año pasado había voluntarios que hacían seis horas de pie y a veces el relevo no llegaba», aclara Jaume mientras ayuda a los colaboradores a clasificar los alimentos en el almacén.

Uno de ellos es Álex, un gaditano que está colaborando en todas las fases que está llevando a cabo el Banco de Alimentos y ayer se prestaba en las labores de clasificación. «Esta es ahora la segunda etapa de la Gran Recogida, no me esperaba esta respuesta tan generosa por parte de la gente y cada año va en aumento. Me enrolé en el Banco de Alimentos después de acabar en noviembre mi trabajo de temporada», explica el voluntario, que también ha colaborado con el Banco de Alimentos de Cádiz. Para Yolanda, sin embargo, ayer fue su primer día en el almacén. «He ayudado a clasificar desde las 9:30 hasta las 13:30 horas, tenía ganas de colaborar con alguna causa solidaria y a raíz de una charla en Santa Eulària me apunté con unas amigas», afirma satisfecha.

«Este es el segundo año que operamos en la isla y estamos contentos con la respuesta de la sociedad, la gente nos conoce un poquito más y ya hay algunas fundaciones dispuestas a colaborar», apunta Ródenas con respecto a que el aspecto económico no está lo suficientemente cubierto. «Nuestro presupuesto es muy austero, hay gastos de alquiler del local y somos tres personas en plantilla imprescindibles».

Tras la recogida

Ayer los voluntarios pesaban y clasificaban el género en los diferentes ‘boxes’ provenientes de los puntos de distribución para organizarlos por tipo de alimento: aceites, leches, pasta, conservas, legumbres o productos especiales para la Navidad de los que ya se han repartido unos 500 quilos entre entidades como Cáritas, Fundación ADRA y Fundació Deixalles, entre otras.