El matadero insular de Ibiza, situado en sa Blanca Dona, ha sacrificado 2.309 pollos del mallorquín Jaume Sureda, el último payés de Mallorca que produce carne de ave de corral para luego comercializarla. Entre octubre de 2016 y julio de 2017 Sureda decidió transportar sus animales hasta Ibiza por la falta de un matadero para aves en Mallorca tras el cierre del único que había, de titularidad privada.

Sureda dejó de utilizar el matadero de Ibiza en verano por la alta mortalidad de sus pollos durante el transporte y el cambio de horario del barco ha hecho inviable que vuelva a hacerlo. «Ahora mismo no sé donde sacrificarlos: en Menorca me dijeron que no fuera más, que su matadero está muy decaído. Y tampoco puedo llevarlos a Ibiza, puesto que han suprimido el barco de las 8 de la mañana y no hay tiempo para llevarlos al matadero», apunta Sureda al diario Última Hora.

Sureda explica que los costes de transportar los animales a Ibiza alcanzan el millar de euros. «Son 744 euros del barco, más lo que vale al transporte por carretera, más el isotermo y el jornal», señala. «Es decir, unos diez euros por pollo, si el viaje es de cien animales». Los quebraderos de cabeza de Sureda podrían acabarse gracias a la ampliación del matadero municipal de Inca con una nueva nave, que permitirá a Mallorca recuperar la capacidad de sacrificar aves de corral. Mientras, este mallorquín deberá buscar otras alternativas para sacrificar sus animales.

En los últimos años, el matadero de Ibiza ha tenido un repunte importante en el sacrificio de pollos. Si en 2014 fueron 40.958 los ejemplares sacrificados, en 2015 la cifra alcanzó los 49.744 pollos, lo que supone un incremento del 21,45%. En 2016 se sacrificaron en Ibiza 52.518 ejemplares, de los que 896 llegaron de Mallorca. Este dato implica un aumento del 5,57% en relación al año 2015.

A falta de los datos de los meses de noviembre y diciembre de 2017, de momento se han sacrificado este año en Ibiza 44.161 pollos. Dos meses ‘clave’ para el matadero gracias a la campaña de Navidad. De hecho, en 2016 en los dos últimos meses del año se sacrificaron más de 9.700 pollos, una cifra que, de repetirse este año, supondría un nuevo incremento en el número de ejemplares.