Las Adidas Superstar no serán los únicos zapatos blancos que habrá en tu armario este otoño y es que lo creas o no, se llevan las botas blancas, MUY blancas.

El color níveo se encuentra ahora más que nunca a pie de asfalto, pisando fuerte y adaptándose a todas las formas posibles.

Blanco y calzado sigue siendo un binomio con muchos detractores y está claro que esta tendencia seguirá creando polémicas cuando todavía existe gente que se escandaliza al ver un pantalón blanco fuera de la temporada estival.

Pueden despertar lo peor de ti con tan sólo verlas pero debemos (una vez más) dejar atrás los prejuicios y darles una nueva oportunidad ya que con sus diseños renovados lograrán darle un plus de sofisticación a tus looks.

Durante las década de 60 las botas altas de color blanco con la punta redondeada y tacón cuadrado vivieron su momento de gloria. Se pusieron de moda a raíz de la obsesión en aquella época con todo lo relacionado con el espacio y las botas blancas acompañaban las mini faldas de Mary Quant y los vestidos geométricos de Courrèges. Después de aquello desaparecieron del mapa para no volver hasta los 90 subidas a los escenarios de todo el planeta junto a las Spice Girls pero volvimos a dejar de llevarlas desde el momento en que las Essex Grils (tribu urbana de origen londinense asociada a la belleza vulgar)las convirtieron en parte de su uniforme. En el 2017, con un tono puro e impoluto y gracias a firmas como Balenciaga, Gucci e Yves Saint Laurent, recuperamos y actualizamos esta tendencia para convertirla junto con las botas rojas y el botín-calcetín en uno de los hits de la temporada.

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El blanco es un color neutro y discreto cuando se trata de ropa pero su carácter cambia por completo cuando se sitúa en los pies y es que el sólo hecho de ser blancas ya centra en ellas toda la atención. Sabemos que no son fáciles de llevar y por eso, para aquellas que tengan en mente ofrecerles un rinconcito en su closet es importante saber que debemos tener una buena fuente de inspiración y seguir unas pautas para combinar este calzado sin caer en aquello que comúnmente denominaríamos como chonismo.

El jean es uno de los tejidos ganadores a la hora de combinar con este calzado por su sencillez y el poco riesgo que conlleva. Ya sean petos, faldas o las muchas formas de pantalones vaqueros que tenemos hoy en día a nuestro alcance. Casan a la perfección con looks monocromáticos: un vestido rojo, un traje azul (ideal la combinación de azul, blanco y plateado)… Si te sientes con la confianza y el conocimiento suficiente para ir más allá puedes optar por alguna de mis opciones favoritas que son, sin duda alguna, un minivestido a cuadros o alguna prenda con estampado floral. El tono neutro de este calzado permite un estallido de estampados y colores en las combinaciones de nuestros outfits pero debemos hacerlo de manera estudiada, nada de casualidades.

Y no solo de botas y botines va la cosa sino que unos bonitos stilettos de color blanco, mejor si son con taconazo y combinados con jeans, pantalones e incluso leggins fuseau (los que llevan una goma por debajo del talón) serán una de las mejores opciones.

La moda es subjetiva, relativa y un poco frívola y es por eso que lo que hoy nos horroriza mañana puede transformarse en el número uno de nuestra wish list.

Si quieres saber más sobre moda visita mi blog www.ibizawears.wordpress.com y échale un vistazo a mis posts.