La polémica sobre el expediente abierto a la concesionaria del Hospital Can Misses por el hallazgo de alimentos caducados fue el tema principal tratado en el debate del ‘Bona nit Pitiüses’ de ayer.

Sobre este asunto, el representante del PP, Javier Marí, señaló que este tema «es muy grave que pase en un hospital» y apremió a la Conselleria de Salut a que «explique exactamente qué ha pasado, si se han servido o no y si ha habido riesgo para las personas».

Por su parte, el socialista Simón Planells descubrió que los productos que sobrepasaban su fecha de caducidad «eran alimentos congelados sin servir» y destacó que el hallazgo de estos productos significa que «el servicio de inspección funciona». Además, Planells atacó al PP señalando que mientras los conservadores gobernaban no se llevaban a cabo tantas inspecciones como ahora, mientras que Gian di Terlizzi, de Podemos, señaló que «la causa de todos estos problemas es la privatización de los servicios públicos».

En este sentido, Javier Marí recordó que la licitación del Hospital Can Misses a través de una concesión administrativa la llevó a cabo el Govern del socialista Antich y que el servicio de radioterapia también lo gestiona una empresa privada, quien defendió que con este sistema se consigue «ser más eficiente».

Por su parte, Di Terlizzi aseguró que «los servicios esenciales como la comida o los cuidados de las personas no se puede someter a una economía de mercado. Desde el 2015 se hicieron 29 inspecciones y este año ya se han hecho más de 60. Se han abierto varios expedientes que pueden suponer millones de euros para la concesionaria y llegar incluso a la rescisión del contrato si no cumplen».

Una posibilidad que Jesús Rumbo, también presente en el programa de ayer, «dará igual porque el que coja la concesión va a hacer lo mismo».

Otra de las cuestiones que se debatieron en el ‘Bona nit Pitiüses’ fue la presencia de las Pitiusas en la feria World Travel Market de Londres. El ‘popular’ Javier Marí criticó la «incongruencia» de los actuales gobernantes cuando aseguran que «quieren turismo familiar y a la vez duplican la ecotasa. El Govern no sabe lo que quiere».

Sin embargo, el socialista Simón Planells señaló que el impuesto sobre el turismo sostenible «sólo se puede ver como algo positivo» y añadió que «no dejarán de venir turistas a Ibiza por culpa de la ecotasa» a la vez que apostaba por «incentivar el turismo de invierno».

Gian di Terlizzi se mostró partidario, una semana más, de «no destinar dinero público a hacer promoción en temporada alta» y negó que duplicar el impuesto sobre el turismo sostenible afecte al turismo familiar porque «los menores de 16 años no pagan y a partir del noveno día de vacaciones la ecotasa baja a la mitad».

En cuanto a la bajada de precios que los touroperadores han pedido en la World Travel Market, Di Terlizzi aseguró que «si los hoteleros ven que pueden llenar los hoteles no bajarán los precios. Además, el atractivo de la marca Ibiza es enorme y la lucha contra los pisos turísticos ilegales provocará que haya cada vez menos pisos se dedicarán a este alojamiento».

Javier Marí, por su parte, alertó de que otros destinos competidores se están recuperando «y hay que tener cuidado, aunque ahora mismo hay pocos sitios que puedan competir con Ibiza».