Gabriel Company, el miércoles, durante una de sus réplicas a Francina Armengol. | Joan Torres

No fue una sorpresa para ninguno de los partidos que conforman la actual mayoría de gobierno en Balears que la presidenta Francina Armengol aprovechara sus réplicas a Gabriel Company en el debate de política general para recordar su participación en el Govern de Bauzá. Todo fue una estrategia premeditada de antemano, según ha sabido este periódico.

Una de las razones, pero no la única, por la que el grupo de Podemos dejó sólo a Alberto Jarabo es que éste pensaba secundar la estrategia diseñada desde el Consolat de la Mar. Incluso, se le ofreció la posibilidad de conocer el argumentario y datos del Govern para este debate. Todos los portavoces que intervinieron se centraron en la gestión pasada del PP antes que en la de Armengol. Algunos lo han admitido directamente, otros no. Un diputado de Més explicaba el viernes que «no se puede olvidar lo que hizo el PP, nuestro contrincante es el PP y sus políticas». Y añadía que el Ejecutivo había salido más cohesionado.

Voces socialistas, sin embargo, entienden que Armengol erró cuando en varias ocasiones pareció que estaba examinando a Company y le reclamó cuál era su proyecto. El portavoz del PP le respondió que ya se lo contaría en el debate de investidura de 2019, dando por bueno que él sería el candidato a presidente.

Malestar en Podemos

Después de un discurso suave de Armengol el martes, nada más subir al día siguiente a la tribuna el portavoz del PP, diputados del PSIB censuraron sus primeras palabras desde sus escaños. El presidente de la Cámara, Baltasar Picornell (Podemos) les llamó la atención.

Podemos está muy dividido y no gustó nada en el grupo la intervención de Jarabo. Desde ese partido se indica que el grupo morado no dio apariencia de querer controlar al Govern y que se dio un protagonismo excesivo a Company.

El miércoles, recién terminado el ‘cara a cara’ entre Armengol y Company, cargos socialistas admitieron que estaban recibiendo valoraciones críticas sobre la intervención de la presidenta. Sin embargo señalaron que la gestión del Govern no había sido criticada. Més per Menorca, que formalmente salió del Ejecutivo después del cese de la consellera Ruth Mateu por el ‘caso contratos’ (un asunto que pasó casi de refilón en el debate) se volcó totalmente con el Govern. Nel Martí dedicó la mayor parte de su tiempo a criticar a Company.

Cargos del PP están eufóricos estos días. El Govern, dicen, ha despejado sus dudas.