Aqualia, empresa concesionaria del servicio de abastecimiento de agua en Sant Josep, ha implantado en el municipio un Big data de la empresa Takadú que gestiona los datos y permite detectar y analizar las incidencias que surgen en la red, tales como fugas, presión de agua o calidad del agua. El objetivo de este sistema es identificar la incidencia antes de que se produzca y, para ello, analiza en tiempo real la información de la red de agua.
Este sistema pionero en Balears lleva siete meses funcionando en Sant Josep y es cada vez más efectivo y fiable gracias a la memorización de antiguas incidencias que acumula en su histórico. Desde febrero, el municipio ha contabilizado aproximadamente 35 fallos gracias a los 46 sensores que hay distribuidos a lo largo de la red; una red que, en palabras de Juan Luis Castillo, director de la zona 2 de Aqualia, «presenta muchos problemas de gestión» al contar con 278 kilómetros para dar servicio a aproximadamente 11.000 clientes.

Takadú tiene un «precio muy elevado», decía Castillo, por lo que solo se implanta en aquellos municipios donde hay un incremento importante de la demanda. «Aquí los recursos son los que son, la capacidad de producir agua en la isla es la que es, los pozos y los acuíferos están al nivel que están y cuando se extrae más agua de ellos de la que se puede extraer, el nivel de salinidad aumenta y la calidad del agua disminuye», matizaba sin olvidar que este solo es un elemento más dentro del proyecto que tiene el Ayuntamiento para mejorar la eficiencia de la red de aguas y posicionarla como una de las mejores de la isla. Por su parte, Ángel Luis Guerrero, segundo teniente de alcalde de Sant Josep, ha asegurado que la implantación de este sistema no tendrá ningún coste para el Consistorio, ni ahora ni en un futuro, ya que lo asumirá Aqualia como empresa concesionaria.

Sant Josep ha tenido como objetivo prioritario desde el inicio de la legislatura mejorar la gestión de la red ya que su rendimiento, según explicó Guerrero, no pasaba del 53%. Con este nuevo sistema, «el 80% de las incidencias detectadas son reales, pero esto no quiere decir que el resto no lo sean, es que el comportamiento de la red ha sido el esperado y así le estás diciendo al programa que aprenda», añadía Luis Lombana, de la empresa Takadú.
A los 46 sensores ya instalados en el municipio se sumarán más, no solo para controlar la presión y el caudal del agua, sino también para mejorar la calidad de esta. Y es que la red es dinámica y admite cambios según se vayan detectando nuevas necesidades. Además, desde el Ayuntamiento de Sant Josep han confirmado que en los próximos días saldrá el informe con los nuevos datos que, aseguran, serán positivos.