El mes de agosto ha llegado a su fin y estrenamos septiembre con unos grados menos debido a la lluvia, eso sí poca, que llama estos días a querer más en casa. Así es que nos dirigimos hoy a Es Mercat de Santa Eulària para avituallarnos con todo lo necesario para una tarde de merienda y mantita acompañada por un buen libro, que de todo, como ya les venimos contando, se pueden encontrar dentro de este edificio de la calle del Mar en Santa Eulària situado justo al lado de donde está ahora la parada de autobuses de la Villa del Río.

Vamos primero a visitar al sastre que se encuentra al lado del bar exterior y de la ferretería-droguería, justo frente a la puerta de carga y descarga del recinto. Francisco Santo se llama y es original de Madrid, aunque sus raíces familiares vienen de Salamanca. Pero hoy no vamos a hablar con él de los finísimos arreglos que hace en las ropas de sus clientes o de su escrupulosa confección, sino de sus libros. Y es que en esta parada también podemos encontrar una exposición de libros que se venden o se intercambian, según las ocasiones.

«Tengo clientes que aprovechan para intercambiar libros, cosa que a mi me agrada mucho. Ellos me dan lo suyos y se llevan otros de aquí. Para los que no traen ningún ejemplar pueden comprarlos a un módico precio, entre 4 y 7 euros, más o menos».

La idea le surgió al paradista porque se le ocurrió que compartir libros de su biblioteca sería una buena forma de relacionarse con sus clientes, «ofreciéndoles también un poco de conocimiento y temas para hablar con los demás y conmigo», explica. Y así lo podemos comprobar en el momento, una clienta de origen alemán recoge su ropa mientras su hija, una niña, ojea un libro en francés que al final acaba comprando impresionada por sus dibujos. Francisco asegura que hoy en día la gente ya no está interesada en la novela, que se lee poco, «mis clientes están más interesados en la arqueología, la arquitectura, la historia...». Además, entre los títulos que lucen en la mesa de exposición nos encontramos con El Secreto de Rhonda Byrne y algunos otros textos, tan de moda en los últimos tiempos, referentes a la autosanación y la mejora personal. Nos despedimos del sastre que se queda atendiendo a Toni Torres que ha venido a recoger un pantalón para una boda que tiene hoy mismo.

Más de 15 tipos de galletas

Justo a su espalda encontramos la parada de Inés en la que además de encurtidos, chuches y frutos secos, entre otros, tienen más de 15 tipos diferentes de galletas que serán estupendas para nuestra merienda de hoy. Eso si, nos va a costar mucho escoger porque todas tienen muy buena pinta y, además, nos asegura Inés hija, «están libres de aceites de palma y son lo más natural que pueden ser», aunque no todas son integrales.

Vamos a escoger algunas hoy y otro día probaremos más. Nos hemos decantado por unas con pepitas de chocolate, y además elegiremos dos tipos sin azúcar, unas rosquillas de naranja y sésamo y unas barritas de hojaldre con miel. Solo nos falta un rico té o infusión, e Inés nos ofrece casi 10 tipos diferentes entre los que se encuentra el verde, el negro, la infusión de hibisco, el rooibos o la manzanilla. Elegimos un té verde y
un poco de manzanilla, ibicenca, a muy buen precio y nos despedimos de la grata compañía de Inés madre e hija que hoy están muy atareadas. Y es que en Es Mercat parece que cuando entra septiembre la clientela
cambia y se mezcla con los turistas en un revuelo de gente. «No hemos parado en toda la mañana», aseguran
sonrientes. Nosotros salimos del mercado dispuestos a disfrutar de una rica merienda bajo la mantita de nuestro sofá y con un libro entre las manos: Arqueología de las Ciudades Perdidas de la editorial Salvat. Pinta bien.