Se busca un solar para dar una solución al colapso que, especialmente desde hace unos días, experimenta la planta de transferencia provisional de residuos de Ibiza y Formentera desde donde se envía el cartón y el plástico de las Pitiusas a otros puntos de España para su reciclaje.

Es el mensaje que envió ayer el conseller insular de Medi Ambient, Miquel Vericad, ante la desesperación de los trabajadores que se ven superados por las montañas de cartón que no dejan espacio para maniobrar a los camiones y la preocupación de los ecologistas que aseguran que, si no se da solución al problema, no se logrará alcanzar los objetivos de reciclaje que marca la Unión Europea para el años 2020.

Según explicó Vericad, el Consell ya ha establecido contactos con el Ayuntamiento de Eivissa y con GESA para que les cedan unos terrenos donde habilitar un «punto temporal de depósito» que pueda aliviar la falta de espacio de una planta que fue construida en 2003 de manera provisional y que está obsoleta desde hace años. «Estamos valorando también la posibilidad de separar las fracciones, es decir, almacenar el plástico y el cartón en terrenos diferentes», señaló el conseller, quien declinó, no obstante, a poner plazos. «No hay fechas concretas, no será de hoy para mañana», aseguró.

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La situación de colapso de la planta de transferencia responde a «un problema puntual», dijo Vericad, con los transportistas que llevan el material al barco para ser trasladado a otros puntos de Mallorca y la península.

Según explicó, la entrada y salida de los camiones estaba hasta ahora tan cronometrada que este incidente es el que ha provocado el colapso. «Se trata de un tapón puntual pero aun así la situación tardará en regularizarse todavía unos días», señaló.

Sobre lo que no existe un horizonte tan claro es respecto a la construcción de la futura planta de triaje que debería haberse hecho hace años en el vertedero de Ca na Putxa y que está paralizada por diferentes trabas burocráticas, la última de las cuales fue el informe en contra del Consell Consultiu.

Miquel Vericad señaló que estos contratiempos legales obligan a volver a empezar la tramitación administrativa de la planta de triaje, por lo que, las previsiones «si todo va bien y no tenemos más trabas» es que esté construida en el plazo de unos dos años.