Los principales grupos ecologistas de Ibiza insisten en que la única solución para resolver el colapso de la planta de transferencia donde se efectúa la recogida selectiva de residuos de las Pitiusas es la construcción de la planta de triaje prevista, paralizada desde hace años a consecuencia de un embrollo burocrático y cuyo último episodio fue el dictamen negativo del Consell Jurídic Consultiu emitido en febrero que previsiblemente retrasará todavía más el proyecto.

Hazel Morgan, presidenta de Amics de la Terra, lamentó que el origen de este colapso sean «las pegas administrativas» que impiden la construcción de una planta que «debería haberse hecho hace años».

No obstante, considera que la ubicación de esta planta prevista en el vertedero de Ca na Putxa debería replantearse porque plantea varios problemas: «Construir una planta de triaje encima de una montaña no es el mejor lugar. Debería ubicarse en el centro de la isla para que comportara un menor gasto de combustible», señala la representante de Amics de la Terra, que apunta también que, para cuando se resuelva el embrollo administrativo, Ca na Putxa también estará lleno y habrá que buscar igualmente otra alternativa.

La presidenta de Amics de la Terra recordó que la actual planta de transferencia, ubicada en Vila en la zona de Cas Dominguets y donde se hace la transferencia de plástico y cartón antes de transportarlos a Mallorca y la península para reciclarlos, fue concebida como «un espacio temporal» en el año 2003, por lo que, catorce años después, «se han superado todas las previsiones». De hecho, el miércoles varios camiones se tuvieron que marchar de las instalaciones y no pudieron descargar porque no había espacio físico para hacerlo.

Para Morgan, las reducidas dimensiones de la planta de transferencia, al límite estas últimas semanas por la gran cantidad de residuos y el poco espacio, es «parte del problema pero no el más grave». Considera que las políticas de los diferentes gobierno deberían centrarse en la reducción total de residuos. «Los productos deberían durar más para no generar más residuos. Dejar de fomentar el usar y tirar porque cada vez hay más envases», argumentó.

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Además, propone que los ayuntamientos de la isla tengan competencias para poder construir una planta para hacer compostaje con la materia orgánica que se destine a la agricultura.

Por su parte, Joan Carles Palerm, presidente del GEN, recordó también que esta planta es «una solución pensada para hace muchos años cuando la cantidad de reciclaje era menor».

Aunque la planta está «al límite», Palerm considera que este problema no se resolverá hasta que no se construya la planta de triaje en Ca na Putxa. «Sabemos que el Consell está intentando hacer mejoras puntuales para aguantar uno o dos años pero no más porque el tamaño de la planta es muy pequeño», afirmó.

Según dijo, se han aumentado de dos a tres los turnos que se realizan en la planta de transferencia y que, aunque ahora trabajan 24 horas al día, «siguen sin dar abasto».

Palerm advirtió además de la necesidad de construir la nueva planta de triaje para lograr el objetivo de reciclar el 50 por ciento de los residuos en el año 2020 tal y como obliga la directiva europea. «Sin planta nueva no podremos alcanzar este objetivo», insistió.

Sobre la ubicación de la planta de triaje en Ca na Putxa, el presidente del GEN señaló que se trata del «lugar más lógico» dado que así lo indica el plan director de residuos. No obstante, reconoció que «el vertedero tiene menos de 15 años de vida y, por tanto, cada vez es menos adecuado».