La ciudad de Ibiza se convirtió ayer en un hervidero de gente debido a la visita simultánea de cuatro grandes cruceros. Paseos por el barrio de la Marina, por la zona de Vara de Rey, por Dalt Vila para conocer el casco antiguo y comprar regalos para la familia son algunas de las actividades que hicieron ayer los casi 10.000 cruceristas que desembarcaron en el puerto de Ibiza a bordo de los cruceros Jewel of the Seas, Celebrity Reflection, Costa Neorivera y el Aidastella.

Según fuentes consultadas, ayer por primera vez los muelles de es Botafoc recibieron la visita simultánea de cuatro grandes cruceros. Tres de estos cuatro buques, además, superaron las 10 horas de escala en la isla, según los datos que se reflejan en la web de Autoritat Portuària de Balears (APB). El crucero más grande tanto en eslora (315 metros) como en total de pasajeros fue el Celebrity Reflection, que venía de Cartagena e hizo una escala de 11 horas en el dique de Botafoc de Ibiza antes de continuar con su viaje hacia Civitavecchia y que desembarcó a 3.030 viajeros a los que se sumaron los 1.250 tripulantes. Por su parte, el Jewel of the Seas, de 293 metros de eslora y con destino a Palma, desembarcó a 2.500 viajeros, contaba con una tripulación de 850 personas y realizó una escala de 12 horas. El Costa Neorivera, que cuenta con 216 metros de eslora y desembarcó a 1.375 turistas, alcanzó las 18 horas de escala, mientras que el Aidastella, con 2.700 pasajeros, fue el que menos tiempo estuvo en Ibiza, pero aún así alcanzó las nueve horas de estancia en la isla.

«Hemos subido hasta Dalt Vila, que está genial, hemos ido por las tiendas para comprar algunos regalos para la familia», explicaba una de las turistas que desembarcó en uno de estos cruceros. La gran afluencia turística llegada ayer en estos cruceros se hizo notar en el centro de Ibiza, en barrios como el de la Marina, Dalt Vila o por la zona de Vara de Rey. Comerciantes y hosteleros no creían lo que estaban viendo y viviendo ayer por la mañana. «No había visto en mi vida Vara de Rey así, con un hormigueo constante y está todo muy ambientado. A las 16.00 horas he tenido que decir que no servía más comidas, pero seguían preguntándome», explicó Juan Riera, presidente de Pimeef Restauració y dueño del mítico restaurante Ca n’ Alfredo, quien precisó que los cruceristas «no son los turistas que más gastan, pero no nos podemos quejar porque sí que se nota cuando hay cruceros en la isla». Y añadió: «Jamás había visto tanta gente en Vara de Rey».

A los cuatro grandes cruceros se sumó, además, el mal tiempo, lo que generó a su vez que muchos otros turistas fueran de compras o a pasear a Ibiza ciudad y, como es ya habitual en Vila cuando hace mal tiempo, se produjeron numerosos colapsos circulatorios durante todo el día.
En el barrio de la Marina, los comerciantes explicaron que cuantos más cruceristas, más probabilidades hay que de que se produzcan ventas, sobre todo para animar un agosto atípico ya que culpan a la restricción del tráfico del Ayuntamiento de Ibiza la bajada de ventas respecto a años anteriores. En toda esta temporada de cruceros, que empezó el pasado mes de abril y acabará en diciembre, se alcanzarán los 340.000 cruceristas, lo que supone un crecimiento del 35% en comparación con el año pasado. Además, habrá un total de 191 escalas, un 28% más que el año pasado. Se trata de unas cifras históricas para el puerto de Ibiza que se complementan, además, con una temporada más larga ya que el primer crucero llegó el pasado 10 de abril y el último atracará el 16 de diciembre.