El pasado sábado 15 de julio se inauguró en la galería B12 (C/ Antonio Planells Ferrer 1, local 1, Ibiza) una exposición del conocido artista de origen brasileño Olivier Mourao, titulada ‘Moving figures’, que se podrá contemplar hasta el 10 de agosto en un horario de lunes a sábado de 11.00 a 14.00 h y de 19.00 a 22.00 h.
Dicha exposición fue mostrada por primera vez con una gran acogida por parte del público en el museo Inimá de Paula, en la ciudad de Belo Horizonte en Brasil. Esta es la primera vez que se muestra en España y se tiene programado exponerla próximamente en otros lugares de Europa.

Olivier trabaja sus cuadros de una forma rápida y espontánea, aplica el acrílico directamente del tubo al lienzo con los ojos cerrados, en lugar de con el pincel, con trazos enérgicos y con movimiento, y después pinta el fondo con óleo, acrílico y pigmentos. Este proceso lo ha reflejado en una serie de cuadros en los que se puede seguir paso a paso su técnica personal, que él define como simple, directa y sencilla, desde el inicio hasta el cuadro acabado.

Olivier comentó a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA que «eligió el tema del fútbol porque se adapta mucho a su técnica de dinamismo y velocidad, además lo enfoca de una forma diferente, desde el punto de vista sociológico, más que el del juego en sí mismo, considera a los futbolistas como los gladiadores de nuestro tiempo, y como decía Karl Marx en su famosa frase que la religión era el opio del pueblo, él artista la reinterpreta diciendo que el fútbol es el opio del pueblo».

«El fútbol gusta a un 80% de la población porque es fácil de entender. Él hace apología del fútbol porque los jugadores son grandes personalidades que representan valores éticos como el esfuerzo y la superación. Son grandes malabaristas», comenta. Y cree «que sin el fútbol habría más guerra y más violencia en el mundo».
En sus cuadros se reflejan momentos con movimientos de jugadas de fútbol muy dinámicas y también con movimientos congelados de Neymar, Messi y Ronaldo.

La exposición se cierra con una instalación en el centro de la galería que representa una portería cerrada con una cascada de balones, a modo de «goleada final».