Una imagen de la mesa de debate que se abrió durante la presentación de la asociación en el hotel Argos. | ARGUIÑE ESCANDÓN

«Queremos remarcar, ante todo, que lo único que queremos las personas que integramos esta asociación es nuestra continuidad en el puerto deportivo de Marina Botafoch». Con estas palabras resumió ayer tarde Pepa Roig, presidenta de la Asociación de Titulares y Usuarios del Puerto Deportivo Marina Botafoch, la finalidad última por la cual han decidido presentarse en sociedad, a tenor de la incertidumbre en la que aseguran que se encuentran los amarristas y los titulares de empresas y apartamentos debido al inminente fin de la concesión de 35 años del puerto, que expirará el 31 de julio de 2019.

En la jornada de presentación que se celebró ayer tarde en el hotel Argos y a la que asistieron una treintena de afectados, Pepa Roig declaró que «los que estamos presentes aquí tenemos unos intereses que son comunes y generales para todos. Por lo tanto, nuestro único objetivo debe ser defender nuestros intereses y poder continuar tanto con los amarres como con los locales, ya sea con la actual concesionaria o con la que venga en caso de salir la concesión a concurso».

«Nuestro propósito pasa por tener un proyecto común que dé respuesta a la inquietud que tenemos en estos momentos ante la posibilidad de perder nuestros derechos de uso y de amarres, ya que se extinguirán con el fin de la concesión. Queremos dialogar y escuchar todas las propuestas que haya, así como tener voz y voto a la hora de plantear el desarrollo de un proyecto en el puerto en el que todos tengamos sitio. Por eso es fundamental formar un grupo de peso, que cuente con muchos miembros para poder tener repercusión mediática y un mayor respaldo de las administraciones», agregó la presidenta de la asociación.

En este sentido, Jorge Sainz de Baranda, representante jurídico de la asociación, explicó a los presentes durante la jornada de presentación que «actualmente la situación está como está y todo depende de una decisión de la Autoridad Portuaria que, de momento, no se ha manifestado en ningún sentido. Hay varias opciones, o bien le concede a la actual empresa concesionaria una ampliación del título concesional hasta sumar un máximo de 50 años, o le concede una prórroga de otros 14 años, que es igual a una modificación del título concesional. Ambas cosas han sido solicitadas por la actual concesionaria, que en caso de que continuase al frente del puerto lo lógico sería que mantuviera los derechos adquiridos de los usuarios. Otra opción es que no le concedan ninguna de las dos solicitudes y que se decida sacar la concesión a subasta. Hasta ahora lo único que sabemos es que lo están estudiando, pero no sabemos nada más».

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«La realidad es que cuanto más fuerte sea esta asociación más lejos se podrá llegar a la hora de defender los intreses de sus socios y de hacerse oir para pedir que los derechos adquiridos sean respetados tanto si se queda la actual concesionaria del puerto como por la que venga en caso de salir de nuevo a concurso», apuntó, finalmente, Sainz de Baranda.

LA NOTA

Un proyecto que ofrezca espacio para todos

Pepe Roselló, director del puerto deportivo Marina Botafoch, que también asistió al acto organizado por la asociación, manifestó que «aquí tenemos incertidumbre todos. La concesionaria ha presentado un proyecto de prórroga que quizás es el más cercano y amistoso de cara a los usuarios y titulares actuales. Está ahora mismo en proceso administrativo, pero creemos que tenemos solvencia para conseguir un proyecto de orden y de convivencia en el que todos tengamos espacio para el desarrollo de nuestras actividades. Todos cabemos, ése es nuestro proyecto, por eso pensamos que el proyecto que es más amable para los titulares es el de la prórroga. Otra fórmula, como la del concurso, es al mejor postor y sin duda la opción más gravosa para todos los usuarios del puerto».