Guardia Civil, Policía Local y técnicos de Santa Eulària inspeccionaron el polvorín de Santa Gertrudis. | Paco S. Pérez

El Ayuntamiento de Santa Eulària ha abierto un expediente sancionador por irregularidades urbanísticas contra la propiedad del polvorín de Santa Gertrudis, decretó la suspensión del encuentro de chamanes que arrancaba ayer y requirió a la propiedad el desalojo de la parcela y que impida el uso como residencia de las diferentes edificaciones. Son parte de la batería de medidas adoptadas ayer por Santa Eulària, tras la inspección llevada a cabo horas antes por un dispositivo compuesto por técnicos de Urbanismo, Medio Ambiente, Actividades, Policía Local y Guardia Civil.

Eran las 10.30 horas cuando los cuatro vehículos oficiales llegaban hasta la barrera de acceso a las antiguas instalaciones militares. Los agentes eran recibidos por un responsable de la propiedad. Arrancaba así una inspección de casi tres horas en la que los agentes y técnicos tomaron nota y documentación gráfica de las numerosas irregularidades apreciadas en el interior del recinto de más de 60.000 metros cuadrados.

Según señalaron fuentes municipales, durante la inspección se confirmaron las denuncias de obras y actividades irregulares realizadas por varios vecinos y publicadas por PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA el pasado miércoles.

Numerosas irregularidades

La comisión inspectora no pudo acceder a todas las dependencias ya que la propiedad alegó no disponer de las llaves ya que «eran edificaciones alquiladas a terceros». Entre los accesos denegados estarían las galerías del polvorín, túneles en los que, según varias denuncias, se habrían instalado camas o colchones para alojar a residentes.

No obstante, las obras y actuaciones observadas fueron «suficiente para decretar una medida provisionalísima de prohibición de cualquier actividad, declarándose prohibida la celebración del evento que la propiedad reconoció iba a celebrarse».

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Desde primera hora de la mañana y hasta minutos antes de la llegada de la comitiva oficial, fueron decenas los vehículos que llegaron hasta el acceso del antiguo polvorín. Allí eran informados de que debían dar marcha atrás dado que estaba prevista una inspección policial.

Horas después, Santa Eulària comunicaba la batería de medidas y advertía a la propiedad de que en caso de no respetar la prohibición, el Ayuntamiento le denunciaría por desobediencia, un delito penal que se consideraría un agravante dentro de la tramitación del expediente.

La comisión inspectora constató y documentó la realización de diferentes obras y la presencia de cabañas y tipis en medio de una zona boscosa, elementos que ya documentó este medio el pasado miércoles. Estas instalaciones motivaron la apertura de otro expediente por infracción urbanística. Fuentes municipales señalaron que en la instrucción se determinará si las edificaciones existentes tienen o no la posibilidad de ser usadas como viviendas.

Toda la información será trasladada al Consell d’Eivissa para que estudie si la ocupación de estas viviendas situadas en terreno rústico y su alquiler pueden suponer también alguna falta administrativa sobre materias de su competencia.

LOCAL

Obras y alquileres ilegales

La actuación de Santa Eulària se llevó a cabo tras la publicación en este medio de diversas irregularidades en el interior del antiguo polvorín. En los últimos meses se había registrado un incremento del número de personas alojadas en el interior del recinto en el que se estarían alquilando casas y habitaciones sin los pertinentes permisos. Los precios oscilaban entre los 200 y los 500 euros, aunque también habría quien se alojaría a cambio de trabajo. La propiedad alegó ante el Ayuntamiento que no cobraba cantidad alguna y que había cedido las instalaciones a los miembros de una fundación.