Estación de control instalada en el IES Blanca Dona. | DANIEL ESPINOSA

La Conselleria de Territori, Energia i Mobilitat ha instalado en el IES Blanca Dona una estación móvil de control del aire a raíz de las denuncias formuladas por los centros educativos de la zona y de Puig d’en Valls por las molestias que provocan las emisiones procedentes de la central térmica de Vila.

Según las fuentes consultadas por este periódico, el objetivo es controlar si los niveles de partículas nocivas que salen de las chimeneas de la central térmica están por encima de los niveles legalmente establecidos. Dependiendo de los resultados que el Govern obtenga de las mediciones, la furgoneta instalada ayer en sa Blanca Dona podría cambiar de ubicación.

Esta no es la primera actuación que lleva a cabo el Govern después de que recibieran las quejas por escrito de los institutos y colegios de la zona quejándose de las molestias que sufren por los malos olores procedentes de la central térmica. De hecho, el viernes de la semana pasada dos técnicos de la Direcció General d’Energia i Canvi Climàtic del Govern llevaron a cabo una inspección en la misma central de la que no ha trascendido si se encontró alguna anomalía, aunque sí se sabe que el Ejecutivo balear seguirá estando vigilante tras las quejas recibidas.

El Govern balear ha abierto un expediente para estudiar las quejas recibidas por los centros educativos y después de que el Ayuntamiento de Vila –donde también han llegado las protestas– contactara con el Ejecutivo autonómico.

Los vecinos de la zona afectada llevan varios meses sufriendo los malos olores que emanan de la central. Una instalación cuyo combustible más utilizado según los datos que Red Eléctrica suministra en tiempo real es el fuel a pesar de que podría abastecerse con gas natural, una energía más limpia pero también más cara.