Sobre estas lineas, imagen de la caseta y la barrera que restringe el acceso de los vehículos al barrio de la Marina y que fueron instalados tras las obras de peatonalización del centro. Foto: ARGUIÑE ESCANDÓN

Los comerciantes de la Marina de Vila criticaron ayer la falta de información por parte del Ayuntamiento de Eivissa sobre las restricciones al tráfico establecidas tras las obras de peatonalización del centro de la ciudad.

Según señalaron desde la Federación de Comerciantes de la Marina-Puerto de Ibiza, los dueños de los negocios de la zona se quejaron el pasado mes de abril ante la concejala de Territori, Elena López, por abrir únicamente el barrio durante cuatro horas al día para horario de carga y descarga, dos por la mañana y dos por la tarde. En ese momento, los propietarios de los comercios estaban poniendo a punto sus locales para iniciar la temporada y creían que las restricciones terminarían dos semanas después cuando finalizaran las obras que obligaron a cerrar la calle Comte de Rosselló.

Los comerciantes sostienen que desde el Ayuntamiento no les informaron sobre el cambio de horarios y, tras comprobar que una vez terminadas las obras, seguían las restricciones decidieron comentárselo a la concejala de Comercio, Gloria Corral. «Todavía esperamos contestación», afirmaron.

Tampoco el departamento de Movilidad, añadieron, se puso en contacto con la federación. «Ya hemos tenido problemas en otras ocasiones con esta concejalía por falta de comunicación, algo que el señor Juan José Hinojo, concejal del departamento de Movilidad, reconoció en su día y que increíblemente vuelve a ocurrir, a pesar de asegurarnos que no volvería a pasar», señalaron.

Caos circulatorio

Los comerciantes sostienen, por otra parte, que la limitación del acceso al barrio durante tan poco tiempo provoca, en algunos momentos del día, «un caos circulatorio importante», dado que comerciantes y repartidores aprovechan estas cuatro horas diarias para entrar con sus vehículos en unas calles estrechas y con pocas plazas de aparcamiento.

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Asimismo, aseguran que todavía no saben si estas restricciones se llevarán a cabo únicamente durante la temporada turística o si a partir del invierno se levantarán como ha ocurrido otros años.

El Ayuntamiento de Vila ha instalado una caseta con vigilante y una barrera en la calle Comte de Rosselló para limitar el acceso a la Marina que, próximamente, se sustituirá por un sistema de barrera automática.

Fuentes municipales sostienen, por contra, que el departamento de Movilidad se ha reunido en varias ocasiones con representantes de la Federación de Comerciantes y, según dicen, no les constan peticiones de reuniones que no se hayan atendido recientemente.

LA NOTA

Diferencias en las versiones

Mientras el Ayuntamiento de Vila sostiene que las restricciones al tráfico son «exactamente las mismas que otros años» para favorecer el aparcamiento a los residentes, la federación sostiene que el horario se ha reducido respecto a la temporada pasada. Según señalaron, el año pasado la barrera solo se bajaba de 18 a 2 horas mientras que este únicamente se abre de 7 a 11 y de 16 a 18 para carga y descarga.