Imagen del edificio del retén de la Policía Local de Vila.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Eivissa perpetró el pasado jueves el engaño más grande en lo que llevan de mandato, al anunciar que se proponen demoler el edificio del viejo retén de la Policía Local en la calle Vicent Serra i Orvay, para construir uno nuevo que reúna las condiciones idóneas para ubicar en él un nuevo centro de acogida temporal. Digo que se trata de un engaño colosal porque la rueda de prensa de los concejales Joan Ribas y Elena López demostró que hace tiempo que sabían que no sería posible ubicar allí el albergue y que no sería suficiente con una reforma del inmueble, sino que habría que echarlo abajo y levantarlo de nuevo. Hasta planos de las cuatro plantas del futuro edificio habían encargado hacer e incluso el proyecto de demolición tienen listo, pero no tuvieron tiempo de decírselo al resto de partidos políticos del consistorio ni tampoco a los vecinos. Eso demuestra que Rafa Ruiz y su equipo se conducen en este asunto con una prepotencia que espanta, a base de hechos consumados y sin escuchar otra voz que no sea la suya. Como si la ciudad les perteneciera, como si nadie más tuviera la capacidad y la inteligencia necesarias para ver lo que Vila precisa.

• Oposición vecinal al albergue.

El consistorio se esforzó en su día en explicar que el viejo retén era el lugar idóneo y ahora vemos que no es cierto, que no era idóneo porque requiere una inversión de 1.500.000 euros para el derribo y la nueva construcción. Y, además, los vecinos están mayoritariamente en contra de que se haga allí el albergue y piden que se haga en es Gorg, opción que ahora que sabemos que hay que echar abajo el inmueble, es la más lógica y razonable. Pero ya sabemos que el equipo de gobierno no lo ve así y no está dispuesto ni tan siquiera a plantear una consulta a la ciudadanía por internet, como la que hicieron para cambiar el nombre al Passeig Vara de Rey.

Son loables los esfuerzos que el Ajuntamiento de Vila está haciendo por transformar la ciudad y también para dotarla de unos servicios sociales con recursos para atender las necesidades de la gente, pero el camino para hacerlo no ha de ser mentir, ocultar la información y hacer lo que les venga en gana a cada momento, porque este proceder exuda un tufo autoritario y de desprecio a la ciudadanía que echa para atrás. Y como tengo pronosticado, el asunto del albergue puede acabar convirtiéndose, si no lo ha hecho ya, en el talón de Aquiles de la coalición de gobierno de PSOE y Guanyem. La bola de nieve se hará cada día más grande y los vecinos no cesarán de protestar. Ahora tienen muchas más razones que una semana atrás, porque es muy natural que se sientan estafados e ignorados por un Ayuntamiento que se ha determinado a no tenerles en cuenta y a que se enteren de las decisiones que les afectan por la prensa.

• Guerra interna en Podem.

Los diputados de Podem Eivissa Aitor Morrás, Salvador Aguilera y Marta Maicas, se han manifestado públicamente a favor de que Laura Camargo encabece una candidatura para liderar la formación en Balears, desplazando a Alberto Jarabo de la secretaría general, aunque integrándole en su equipo. Curiosamente, la líder de Podem Eivissa, Viviana de Sans, manifestó en la TEF su apuesta por una candidatura unitaria, pero puso en duda que Camargo, que pertenece a Izquierda Anticapitalista, sea partidaria de esa candidatura conjunta. Realmente no hay un día tranquilo en Podem y cuando salen de un berenjenal, se meten en otro sin solución de continuidad.

• Puñalada trapera.

Ahora bien, la faena que le han hecho a Jarabo, sacando a la luz pública que hace unos años, en 2013 y 2014, el actual líder del partido realquiló una vivienda a turistas en la localidad mallorquina de Son Serra de Marina, es una puñalada trapera de esas que solo pueden verse entre compañeros de partido. Duele ver cómo trituran a su jefe de filas y lo hacen sacándole los trapos sucios de cuando él ni pensaba dedicarse a la política. Se ha defendido argumentando que tenía permiso de los propietarios para realquilar la casa y que, además, declaró los beneficios de la operación en su declaración de Hacienda. Todo muy legal, como las contrataciones de las consellerias de Més al gurú electoral del partido, Jaume Garau. Pero se hace muy difícil no identificar a Jarabo con un auténtico impostor y un farsante cuando critica el alquiler turístico, sabiendo que él es uno de tantos ciudadanos que decidió sacarse algún dinero poniendo a disposición de los turistas una vivienda. Jarabo ha quedado muy tocado y es difícil que se arriesgue a enfrentarse a Laura Camargo, la astuta portavoz parlamentaria que le ha hecho ‘sa clau des lloro’ a su jefe. Y sin pestañear.