Primero de mayo. 11.15 horas. La marina de Vila comienza a desperezarse y decenas de turistas se prestan a tomar una conexión con Formentera o un refrigerio en las terrazas. La mayoría de tiendas de Bartomeu Rosselló están cerradas, pero las que están abiertas empiezan a notar que la temporada ya está aquí.

«El sábado y el domingo estuvo nublado y hubo bastante gente en las tiendas, pero hoy hace un día fantástico para todos, para comprar y para disfrutar de un aperitivo en la terraza», señalaba la responsable de una cafetería de la Plaça del Parc.

A mediodía, el entorno del Mercat Vell era un hervidero de turistas, algunos arrastrando sus maletas y otros muchos, la mayoría, con las bolsas de alguna compra.

El trasiego de personal era la tónica en la zona de la Marina, Dalt Vila y Vara de Rey, paseo en el que las terrazas recobraban la vida de meses atrás y muchos turistas inmortalizaban la nueva escena urbana.

Entre los turistas, muchos grupos de aficionados al runner que aprovecharon el Ibiza Medio Maratón para disfrutar de unas mini o maxi vacaciones en la isla, en función de su disponibilidad y lugar de procedencia.

Albert y su pareja llegaron desde Valencia el viernes y ayer apuraban su estancia con una visita a las playas de Sant Josep. Giusseppe, Marieta y otros diez amigos llegaron a mediados de la semana pasada desde Italia y todavía permanecerán unos días más en las islas. Ellos tenían tiempo para atender las explicaciones de un guía ante las figuras del ’Padre e hija caminando’, el monumento a los hippys.

Observando la escena, decenas de turistas y vecinos, disfrutaban de un helado en la sucesión de terrazas. También los había que preferían deleitarse con los yates y no faltaban los amantes de las obras que comprobaban cómo avanzan las obras del puerto.

Jornada de playa

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El buen tiempo acompañó y la afluencia de turistas también fue masiva en playas como la de Talamanca o Platja d’en Bossa.

Los beach clubs que ya han abierto sus puertas registraron una buena asistencia de público y a mediodía era complicado encontrar una mesa o hamaca libre.

La entrada de la temporada ha sido bien recibida por el sector de la hostelería ya que, según advirtieron los responsables de varios negocios, la «gente está más animada y también hay más turistas».

Las calas del litoral de Sant Josep también notaron la primera oleada importante de turistas tras la reciente Semana Santa, una imagen que también se repetía en puntos de Sant Antoni o Santa Eulària.

La presencia de numerosos visitantes también se notó en puntos como Santa Gertrudis o Sant Carles, donde el lleno ya suele ser tradición.

LA NOTA

Buen avance de temporada

La temporada turística arrancó con brío durante la pasada Semana Santa gracias a las altas temperaturas y la fuerza que tiene Ibiza como destino vacacional. La entrada de mayo marca el inicio oficioso de la campaña estival y la industria turística de las Pitiusas se habrá desplegado a un 80% de su capacidad total, según estiman desde las principales patronales pitiusas. Aunque el ritmo de las reservas se ha ralentizado, sobre todo de los mercados británico y alemán, los representantes del sector de la hostelería confían en mejorar los excelentes resultados obtenidos en el 2016.