Cristiano Masini, propietario del restaurante, frente a su local de la calle Comte de Rosselló, levantada por las obras.

Tras pasar el invierno en su Italia natal, Cristiano Masini regresó en marzo a Ibiza con la intención de abrir a finales de mes su restaurante situado en la calle Comte de Rosselló de Vila. La sorpresa se la llevó cuando comprobó que abrir su negocio era imposible no solo porque los clientes no pueden acceder a una calle totalmente levantada con motivo de las obras de peatonalización del centro de la ciudad sino porque tampoco se pueden usar los baños del local por la instalación de una tubería de agua que se está realizando a petición de Aqualia.

«Las obras se han organizado muy mal y sin ningún respeto por la gente que paga sus impuestos», criticó ayer el propietario del local, quien lamentó que el Ayuntamiento no le hubiera informado antes que las obras todavía seguían en marcha. «Si lo hubiera sabido habría cerrado dos meses más tarde para compensar las pérdidas y me habría quedado después más tiempo en Italia», lamentó.

Por culpa de las obras, Masini asegura que dejará de ingresar unos 30.000 euros al mes, a lo que se suman los gastos fijos de alquiler que tiene que seguir pagando aunque el local esté cerrado al público.

El dueño del restaurante lamenta que la calle Comte de Rosselló haya sido la última zona donde han comenzado los trabajos de peatonalización y que se haya levantado la calle coincidiendo con el inicio de las vacaciones de Semana Santa.

Asegura además que, aunque la plaza del Parc haya podido abrir, la afluencia de gente no es la misma que el año pasado por las dificultades que se tiene para poder llegar a través de unas calles repletas de zanjas y vallas.

Según aseguró, en los últimos días ha recorrido varias dependencias municipales para informarse de cuánto tiempo se iban a alargarse las obras y no ha conseguido respuesta. «Nadie nos dice cuándo van a acabar las obras. Esperemos que terminen antes de la Feria Medieval y el festival IMS de Dalt Vila», añadió.

Desde el Ayuntamiento de Eivissa, explicaron que la tubería de agua se acabará de instalar en breve y que esta misma semana la calle quedará hormigonada y, posteriormente, adoquinada, de manera que las obras en esta calle quedarán listas en aproximadamente unos diez días.