Imagen de archivo de Antonio José Viñarás.

El historiador, escritor y responsable de Protocolo y Relaciones Institucionales del Consell d’Eivissa, Antonio José Viñarás, ofrece hoy a las 20.00 horas en la Biblioteca Marià Villangómez de Formentera la conferencia El papel de la mujer en la superstición y el pensamiento mágico de Ibiza y Formentera.

En ella, el investigador burgalés, doctor cum laude en Ciencias Históricas y Teoría de las Artes por la UIB, explicará cosas tan curiosas, y a la vez tan interesantes, como que «la mujer embarazada no podía ser madrina; la recién parida, durante 40 días, no podía lavarse ni alejarse de la casa más de 40 pasos; que a la que tenía el periodo le estaba vetado participar en la elaboración de los productos de la matanza, o que se desconfiaba de las donas estériles porque, por envidia, podían maldecir a los recién nacidos o provocar abortos».

Además, Viñarás intentará explicar quiénes eran las mujeres que, según la tradición, «podían entrar por el ojo de la cerradura, llevarse a los niños, volar en su escoba o desplazarse envueltas en remolinos de viento». En este sentido, y según el burgalés, «dejando al margen alguna que otra enferma mental y a las plenamente convencidas de poseer una energía capaz de dominar a las gentes y a la naturaleza, la mayoría no serían sino mujeres libres que decían tener poderes para hacerse respetar en una sociedad rural, aislada y patriarcal; donas que no soportaban los esquemas de la ortodoxia o, incluso, madres solteras expulsadas de la comunidad».

Brujas blancas y brujas negras

Concretamente, el historiador asegura que había dos clases de brujas, según practicaran la magia blanca o la negra. «Las buenas, las curanderas, imploraban a los santos y a las hadas bienhechoras que, como la que habitaba en Sa Talaia de Sant Josep, ayudaban a quienes las invocaran con el mágico conjuro, mientras que las malas, dominaban la carmina, la necromancia, la goecia o la alomancia, siendo temidas y respetadas». No en vano, según Viñarás, se acudía a ellas «para que elaborasen filtros de amor como el mal bocí o mal trago, venenos, pócimas para el dolor de oído con unas gotas de aceite de ratón frito, bálsamos para cerrar las heridas con telaraña y raspadura de cal de la pared o sortilegios para librar a los mozos del Servicio Militar o ir la guerra mediante el llamado Niño Crucis, un supuesto Lignum Crucis que todo lo podía». Y de ellas, puede citar a «Margalida Rosa, discípula de la mallorquina Na Tortuga, Isabet Sala, Na Tomasa, Na Pepa Bots o Na Lluenta».
También se abordará en la conferencia algunos ingredientes «especialmente aptos para los gatuperios» como el sebo de niño, los sapos, los lagartos, la tierra de cementerio, las agujas negras, las uñas y pelos de gato, estampitas de santos, retratos y oraciones negras, y los lugares propicios para encontrarse con el maligno, como La Mola de Formentera. Precisamente, en sus acantilados, Viñarás asegura que las leyendas dicen que se aparecían «Ses iaies blanques, espectros que vagaban de noche para espanto de los pescadores».
Asimismo, en el bosque de Sa Pujada, «las brujas celebraban sus aquelarres y, al parecer, en una ocasión se vio transitar por él al mismísimo Satán bajo la forma de un asno». Incluso, en este lugar, antaño conocido como el Bosque del Diablo, «a cambio del alma se podía conseguir el poder para ser el amo del mundo». Algo que no era tarea fácil ya que para ello, «el 31 de diciembre, había que adentrarse en la espesura con un gran espejo y un gato negro, y tras matarlo, despellejarlo y cocerlo en una olla, comérselo al dar las 12 de la medianoche mirando al espejo donde se verían todos los horrores del mundo. Y, finalmente, al morder un hueso, y cuando en el espejo ya sólo se viera reflejada la propia imagen, había que recitar el conjuro mágico previamente proporcionado por una bruja…».

LA CITA

CONFERENCIA

La conferencia de Antonio José Viñarás ‘El papel de la mujer en la superstición y el pensamiento mágico de Ibiza y Formentera’ se celebra hoy a las 20.00 horas en la Biblioteca Marià Villangómez de Formentera.