Pep de Sa Plana y Mariano de Ca Xerra han enseñado a construir el ‘forn de calç’. | DANIEL ESPINOSA

La finca de Sa Rota d’en Coca de Santa Agnès vivió ayer un día muy especial e histórico para todos los pasaron por allí para disfrutar con el fin de semana de actividades relacionadas con el campo que organizan los vecinos del pla de Corona. Fue el encendido de un forn de calç por primera vez en más de medio siglo.

Por ello no es extraño que a pesar de la lluvia y el mal tiempo el lugar desbordara ilusión, alegría y emoción. Sin embargo, había dos personas protagonistas por encima de todos, Pep de Sa Plana y Mariano de Ca Xerra, cuñados y de 81 y 84 años respectivamente. Y es que aunque el esfuerzo ha sido de todos, ellos han sido los que han aportado su sabiduría para que el forn de calç volviera a encenderse. «Cuando nos decidimos ha construirlo nos encontramos con el problema de que no quedaba mucha gente viva en la zona que supiera hacerlos y afortunadamente para todos ellos dos se prestaron para mostrarnos toda su sabiduría», explicó ayer Toni Boned, impulsor de la iniciativa y dueño de la finca de Sa Rota d’en Coca.

«Este forn es casi de juguete»

Por eso estos dos mayores con alma de jóvenes y que se encuentran en un perfecto estado de salud, tanto física como mental, eran dos de las personas más solicitadas. «Este forn de calç que hemos construído para este fin de semana está muy bien pero es casi un juguete, porque yo en mis años mozos he construído algunos con más de cuarenta carros de piedra», bromeaba Pep, mientras aseguraba que empezó a construirlos cuando era un adolescente.

Tanto él como su cuñado Mariano, fueron muy solicitados por toda la isla llegando a construir entre tres y cuatro hornos cada año, con el esfuerzo que eso conlleva. No en vano, además de tener que buscar la piedra, «viva, fina y buena para que no se caigan ni exploten en el interior», y acarrearla hasta el lugar, además había que hacer el agujero en el bosque y luego vigilar para que el fuego no se consumiera. «Suponía bastante esfuerzo porque no se hacía en unas pocas horas, y además, después, había que estar muy pendiente del fuego porque tiene que estar ardiendo 36 horas sin parar para que se genere la cal», explicó Mariano. O lo que es más sencillo, «esto es como un filete que guardas en el congelador, si lo sacas y lo dejas que se desenfríe, ya no tienes más remedio que cocinarlo porque no podrás volverlo a congelar».

A pesar del protagonismo adquirido por el forn de calç, la jornada en Sa Rota d’en Coca también tuvo muchas más cosas. Además de una exposición de maquinaria agrícola moderna y antigua, se cocinó una paella a precio popular, se hizo una demostración de faenas del campo y por la tarde la fiesta pagesa Es de Corona feim colla. Además, hoy desde las 10.00 horas continúan las actividades.