Un instante de la charla sobre orientación académica y profesional en el Palacio de Congresos de Santa Eulària.

La adolescencia se presenta como una etapa de profundos cambios y multitud de incógnitas. La mayoría de estudiantes duda entre varias opciones académicas una vez concluye su formación obligatoria y muchos otros se dejan guiar por consejos externos o tradiciones familiares en el devenir de su futuro.

Ayer, unos 300 alumnos de los institutos Isidor Macabich, Blanca Dona, Quartó del Rei, Balàfia y es Xarc asistieron a la tercera edición de la jornada formativa ‘Futúria Jove’ que el Ayuntamiento de Santa Eulària organiza en el Palau de Congressos. Allí, varios expertos, como la educadora barcelonesa Ana Rosell, trataron de abrir la mente de los estudiantes de 4º de la ESO mientras deshojan la margarita de su porvenir.

Para Ana Rosell, profesional de Educaweb – web especializada en recursos de formación– el final de la enseñanza secundaria obligatoria «es un momento difícil en el que se presentan muchas opciones», pero en su opinión la decisión sobre qué camino tomar «tiene que ser propia». «La principal herramienta es el autoconocimiento: saber quién eres, qué competencias tienes, qué te gusta hacer y qué quieres hacer, y no dejarte llevar por el entorno», sostiene la educadora catalana, quien aconseja a los jóvenes de Ibiza «que viajen, que salgan, que conozcan, que se formen como persona y después, cuando vuelvan, podrán encontrar un mercado donde poder desarrollarse».

Rosell constató ayer que una mayoría de los alumnos tienen previsto estudiar una carrera universitaria, pero recuerda que los ciclos formativos «cogen cada vez más mercado porque ahora son más atractivos y hay una mayor diversificación de grados medios y superiores».

Reacciones

Lucía Feijoó tiene 15 años y estudia en el IES Isidor Macabich. Aunque alberga dudas sobre su futuro, tiene claro que quiere estudiar en la universidad «algo social, para ayudar a los demás». Tras la ponencia de Rosell admite que «hay más cosas para ver y que es bueno tener más planes por si sale mal el primero».

Las charlas también hicieron reflexionar a la estudiante de 15 años del Quartó del Rei Victoria Santamaría: «Aunque yo tengo bastante claro hacer bachillerato y luego universidad, nos han dado un folleto con las opciones que hay y me ha ayudado. Quiero hacer medicina y ser cirujano plástica, pero esto me ha hecho ver que si no me llega la nota hay muchas salidas. Esto nos orienta para el futuro».

Su compañero Daniel Roig, que ya ha cumplido la mayoría de edad, confiesa que este tipo de iniciativas «ayudan bastante a decidir y aportan ideas sobre el futuro». En su caso, pretende llevar su pasión, el baile, al terreno laboral: «Yo bailo desde hace 7 años y tengo la idea de montar algún negocio de baile aquí en Santa Eulària».

Para Janio Soares, un joven de origen brasileño de 17 años y alumno de sa Blanca Dona, la ponencia sirvió «para esclarecer» el rumbo que les conducirá al mundo laboral. «La charla me ha ayudado a cómo elegir el camino a seguir, a qué darle más valor en función de mi personalidad. Nos han explicado que las personas tienen que identificarse, saber quién eres tú y qué quieres hacer», subraya.