Antonio Fernández Coca y Maria Antònia Fornés. | Toni Escobar

«La Universitat de les Illes Balears (UIB) no tiene los suficientes medios ni en Ibiza, ni en Palma. Es una universidad mal financiada», dijo ayer la vicerrectora de Profesorado y Sedes Universitarias, Maria Antònia Fornés, que aseguró además que «las sedes universitarias están mejor que Palma; son clases pequeñas, pocos alumnos, todo está muy personalizado y las atención casi individual; en Palma tenemos grupos de 90 alumnos en primero mientras aquí son quince».

Fornés y el delegado del rector de la UIB, Antonio Fernández Coca, respondieron ayer a las críticas vertidas sobre la UIB realizadas por el representante de los alumnos del claustro.

Respecto a las quejas sobre el uso de material caducado para las prácticas de Enfermería, Fornés explicó que la UIB «compra el material necesario para las prácticas, pero cuando no es necesario y se puede aprovechar el material que no se puede utilizar en un hospital con pacientes de verdad». Dijo que este material lo recoge la coordinadora de Enfermería y lo lleva a la sede. «Una jeringuilla caducada no se puede utilizar con un humano pero sí con un maniquí y así hacen las prácticas los estudiantes de Enfermería, en Ibiza y en Palma», dijo.

Fernández Coca se refirió a los problemas de calefacción asegurando que «falta una pieza». Dijo que el servicio de mantenimiento lo gestiona Patrimonio y se da a «todos los edificios de la UIB». En su opinión, Ibiza tiene «un agravio positivo» si se compara con la antigua sede. «Eso si era un agravio en cuanto al edificio y diferentes condiciones».

Los representantes de la UIB negaron además que los alumnos de la sede de la UIB no pudieran acceder a créditos por actividades deportivas. «Esto no es verdad. Hay un reglamento académico que se aplica a todos los alumnos de la UIB porque todos son iguales y dice cómo se pueden conseguir créditos para actividades culturales y deportivas», dijo Fornés.

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Otra de las peticiones es que los alumnos tuvieran una tarjeta de descuento en los comercios para los universitarios de Ibiza. Fernández Coca dijo que se trata de una iniciativa en la que «son las empresas las que ofertan un descuento a la comunidad universitaria; la UIB no mueve un dedo sino las empresas».

Respecto al uso de materiales de plástico en una asignatura de Magisterio, Fornés señaló que es con esos materiales «con los que van a trabajar a diario con sus alumnos, es que les enseñan cómo tienen que hacer las prácticas con sus alumnos de primaria. No veo que pegas tiene hacer las prácticas en un instituto si en su vida real van a trabajar en un colegio». También aludió al uso de materiales de juguete como el Quimicefa. «El director del departamento de Química me comentó que ojalá en Palma pudiera comprar veinte quimicefas para mis alumnos porque es lo que utilizan en las prácticas».

Añadió, no obstante, que el uso de la laboratorio de un instituto responde a la falta de espacio en la sede de la Comandancia y a una optimización de los recursos propios. «En la sede tenemos un espacio limitado, el edificio está muy bien, pero no hay laboratorio para Magisterio. Si lo tienen el instituto no se porqué no van a realizar estos recursos», finalizó la vicerrectora.

LA NOTA

Cambio de la videoconferencia

Tanto Fernández Coca como Fornés insistieron ayer que la UIB dispone de unos cauces de comunicación para que los alumnos expongan sus quejas. «Si se tienes alguna duda o sugerencia se pregunta al profesor o vas a secretaria. Hay unos servicios administrativos y un coordinador de estudios», dijo Fornés. De hecho, la vicerrectora aseguró que la biblioteca de la UIB en Navidad «estuvo abierta hasta las dos de la tarde y hubo quejas de que necesitaban más horas. Tenemos un registro de las personas que acudieron y muchas eran personas de fuera de la UIB, quizás el problema no era de la UIB». Otra de las quejas es sobre el sistema de videoconferencia. Este curso se ha empezado a instalar un nuevo sistema de videoconferencia «con una calidad mucho mejor que el actual», dijo Fernández Coca. Fornés recordó que la asignaturas por videoconferencia «es un sistema compartido con clases presenciales». Respecto a los ordenadores de baja gama, Fornés aseguró que «el año pasado se renovaron los portátiles de la sede y en Palma no se hizo».