«La presencia de cabras en es Vedrà no podía continuar»

El conseller Vidal calificó de ‘nuevo impulso’ su nombramiento como director general. ¿Qué significa este ‘nuevo impulso’?
—Hace años que trabajo en temas relacionados con esta dirección general, sobre todo en lo que se refiere a dirección y gestión de espacios litorales, por lo que entiendo que es una temática prioritaria para esta Conselleria.

¿Cuáles serán sus principales ejes en relación con el litoral?
—Sobre la mesa tenemos el proyecto del parque natural de es Trenc, donde debemos combinar la conservación del espacio y el uso público. Por otra parte, también hay una serie de planes de gestión que afectan a los espacios de la Red Natura relacionados con la franja litoral, además de problemáticas asociadas a playas que hay que solucionar.

¿En qué fase de la tramitación está el parque de es Trenc?

—Tras analizar las alegaciones del segundo periodo de exposición pública ya tenemos muy avanzado el último borrador de la ley. Sabemos que la protección de es Trenc es un tema problemático. No nos sorprende el rechazo municipal de Campos a su protección porque no es nada nuevo, es histórico.

¿Habrá más zonas de aparcamiento como pide el Ajuntament de Campos?

—No. Habrá un máximo de 1.500 aparcamientos dentro de los límites del parque. Creemos que es una cantidad suficiente para poder conservar el equilibrio entre la conservación y el uso público del espacio.

Por contra, Artà pide que se amplíe el parc de Llevant, ¿lo hará?

—Esta propuesta se está engendrando a nivel municipal y todavía no hemos recibido ninguna petición oficial por parte del Ajuntament. Una vez la recibamos, la estudiaremos. Ampliación del parque sí, pero debe ir acompañada de un plan de gestión. Tenemos que tratar todos los temas y tenemos un déficit importante de recursos, tanto materiales como humanos, por lo que se deberá analizar.

Habla de déficit de recursos. Amengual ya lamentó la falta de personal. ¿Cómo gestionará la falta de agentes medio ambientales?

—Es una situación preocupante que viene de años atrás. En la última legislatura hubo un desmantelamiento de personal dedicado a la gestión directa de los espacios naturales protegidos.

La semana pasada salió a la luz un informe demoledor sobre la degradación del parque de s’Albufera. ¿Qué piensa hacer?

—No es demoledor, es realista. El balance ecológico de s’Albufera es muy complicado ya que afectan muchos factores y uno de los más importantes es la situación hídrica que se ha ido deteriorando. Los motivos son varios: falta de aguas dulces; presión de extracciones, y también se está complicando por un incremento de nitratos que provienen de la actividad agrícola. Además, de problemas derivados por los vertidos debido a las roturas de la depuradora de Muro. En la última junta rectora se pusieron sobre la mesa 19 propuestas para intentar mejorar la situación.

Su antecesora fue muy criticada por matar las cabras de es Vedrà. ¿Usted hubiera actuado igual?

—La manera como se hizo fue una decisión política. No sé si lo hubiera hecho de la misma manera pero comparto la medida de gestión. Es Vedrà es una zona protegida, por lo que hay que preservar la conservación de hábitats y especies. Las cabras, precisamente, iban en contra de esta conservación. Era necesario hacer alguna cosa porque la presencia de cabras en el Vedrà no podía seguir ya que iba en contra de nuestras obligaciones como Administración, que es preservar los hábitats.