El operativo detuvo en Platges de Comte a los dos italianos y dos marroquíes que integraban la banda junto al agente arrestado.

Llegó hace dos años al puesto de Sant Antoni procedente de Madrid, llevaba un alto nivel de vida y tenía varias propiedades en la isla. Son algunas de las circunstancias que envolvían al guardia civil detenido el jueves en el marco de la operación Port Torrent contra una banda organizada autora de los últimos robos en casas de Eivissa.

La investigación desarrollada desde hace unas semanas por la Guardia Civil de Eivissa apunta a esta banda como autora de un buen número de robos «significativos». Entre estos, figura el robo de unos 50.000 euros en una residencia de Sant Antoni.

Según fuentes consultadas por PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA, el guardia civil detenido era el propietario de las viviendas donde se practicaron los registros e intervención del material sustraído.

Material intervenido

Las viviendas localizadas en Platges de Comte y Cala de Bou eran utilizadas para alojar al resto de detenidos y como punto de almacenaje del material robado.

El Instituto Armado informó ayer en un comunicado que el operativo desplegado intervino dispositivos móviles de alta gama, televisores, cámaras fotográficas de alta definición, una guitarra eléctrica, joyas, dinero en efectivo y algunos billetes falsificados.

Entre el material intervenido también hay varias cantidades de sustancias estupefacientes (12 gramos de cocaína, 80 pastillas de éxtasis, 60 gramos de cristal y marihuana).

Asimismo, los agentes intervinieron un vehículo robado, un Fiat modelo 500 XL. Varios vecinos afectados por los robos alertaron de la presencia de este coche en el escenario de algunos robos.

El guardia fue detenido por los agentes de la Policía Judicial en el registro practicado en un domicilio de Cala de Bou.

Paralelamente, el operativo se cobraba el grueso de la detenciones en una casa de campo localizada en el acceso de Platges de Comte. En este punto los agentes detuvieron a dos hombres de nacionalidad marroquí y otros dos italianos.

La investigación desarrollada considera a los detenidos como los integrantes de una banda organizada especializada en la comisión de robos en viviendas. Los cinco hombres fueron arrestados como presuntos autores de un delito continuado de robo.

Las fuentes consultadas indicaron que la banda estaría estructurada con diversas funciones asignadas. El agente de la Guardia Civil también habría incurrido en un delito de omisión del deber de impedir o perseguir delitos. La investigación lo sitúa como un informador de la banda.

Los otros miembros de la organización se repartirían las funciones de vigilancia y localización de objetivos, así como la ejecución del robo.

Se trata de una banda «especialmente activa y con mucha movilidad» por lo que les relacionan con robos perpetrados en toda la geografía de la isla.

Esta banda estaría detrás de algunos robos perpetrados en casas ocupadas por sus moradores. Parte del botín sería el dinero en efectivo, las joyas y todo el material tecnológico intervenido durante los registros realizados en las viviendas de Sant Josep bajo la supervisión de una comisión judicial.

Varias unidades de la Guardia Civil han participado en la investigación de la operación Port Torrent. La fase de explotación se activó a primera hora del jueves y en ella participaron agentes de la Policía Judicial de Eivissa apoyados por guardias venidos de Palma.

Los cinco detenidos han pasado la segunda noche en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil y, en principio, pasarán hoy a disposición judicial.