El conseller de Medi Ambient, Miquel Vericad, se reunió ayer con los vecinos de es Fornàs.

El Ayuntamiento de Sant Antoni advirtió ayer en un comunicado de que el proyecto de la línea eléctrica de es Fornàs, que tramita Red Eléctrica Española, supone «un grave peligro» para el paisaje, la flora y la fauna, y pidió una «amplia movilización social» para paralizarlo.

El consistorio ha animado a todos los ciudadanos a presentar alegaciones contra el proyecto de la línea eléctrica Sant Antoni–Es Torrent, que contempla la construcción en la zona de es Fornàs de 32 torres de alta tensión de entre 30 y 60 metros de altura que «supondrían un gran impacto paisajístico».

«Es importante conseguir una amplia movilización social que permita paralizar el actual proyecto y reconvertirlo en otro más adecuado a este entorno físico», afirmó el concejal de Medi Ambient, Pablo Valdés.

Según el Ayuntamiento, la práctica totalidad del tendido previsto atraviesa zonas protegidas por figuras medioambientales y tendrá unos efectos sobre la flora y la fauna que «se minimizan en el estudio de impacto ambiental que acompaña el proyecto», según destacó Valdés.

La zona es hábitat de lagartijas, salamandras, erizos, murciélagos o aves como el halcón y el búho, «todas ellas especies incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas en régimen de protección especial», señaló el concejal. Además, el tendido proyectado «discurre cerca de elementos de elevado valor patrimonial como la torre de es Fornàs, considerada Bien de Interés Cultural (BIC)», añadió.

Con respecto al impacto sobre la flora, se estima que la largo de todo el trazado se tendrá que fijar una franja de 20 metros libres de vegetación, debido a la anchura aproximada de ocho metros de cada torre, a los cuales se sumarían cinco metros que, por seguridad, se tienen que dejar libres de vegetación a ambos lados del cableado.

El Ayuntamiento de Sant Antoni animó a todos los ciudadanos a presentar alegaciones y para ello ha puesto a su disposición un modelo en su página web.

El consistorio prepara también alegaciones, junto al Consell d’Eivissa y a la Asociación de Vecinos de es Fornàs, que se presentará en el periodo de exposición pública, que se ha ampliado hasta principios de septiembre, en respuesta a la demanda de las instituciones.