Los problemas de Talamanca se deben a la planta depuradora de Vila, que está desfasada y anticuada. Ahora, además, no funciona en condiciones óptimas.

El Govern acaba de adjudicar unas obras de mejora en la depuradora de Vila que fueron aprobadas hace exactamente un año. En lugar de aprovechar los meses de invierno para hacer la reforma, imprescindible para optimizar el funcionamiento de la depuradora, la Conselleria de Medi Ambient ha decidido aprobar en plena temporada turística dichas obras, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico.

Según dicha información, en mayo de 2015 un técnico de Abaqua hizo un informe en el que advertía que se había roto un decantador de los dos que tiene la depuradora de Eivissa. Estas son las entradas que comienzan a depurar el agua, la fase primaria. Durante los meses de invierno es suficiente funcionar con un decantador pero en verano, con el incremento de población, resulta totalmente insuficiente.

En el Consejo de Administración de Abaqua del 19 de mayo del pasado año se aprobó el inicio del expediente de contratación del decantador averiado. El departamento que dirigía Biel Company asumió que la obra no estaría lista en verano, pero era totalmente imprescindible arreglar el decantador para mejorar la calidad del agua depurada que sale por el emisario de Talamanca, al menos para 2016.

Pese a aprobarse el expediente hace un año, el actual Govern se reunió el pasado 17 de mayo para abrir los sobres de las ofertas para hacer la obra. Ahora pasará un mes para que la empresa ganadora presente toda la documentación y el aval de la obra. Tras ese trámite burocrático, el arreglo tiene un plazo de ejecución de 7 meses, lo que supone que durante este verano el agua de la planta depuradora de Vila saldrá con una peor calidad medio ambiental.

La planta depuradora es una infraestructura totalmente desfasada y que provoca la contaminación en la bahía de Talamanca cuando se fractura el emisario. Esta situación continuará a lo largo de este verano.

LA NOTA

Vicenç Vidal, un conseller que está en la cuerda floja

Vicenç Vidal se encuentra en la cuerda floja. El conseller de Medi Ambient ha encargado trabajos a una empresa con la que colaboró antes de entrar en la Conselleria de Medi Ambient. Vidal era asesor medio ambiental y premió a su antigua empresa. La justificación que ha dado Vidal cuando saltó el escándalo es de lo más peregrina. Dijo que se había contratado a su antigua empresa con contratos menores de 18.000 euros (por cantidades superiores hace falta convocar un concurso) y añadió que su relación con dicha empresa no aparecía en su currículum porque se produjo un problema informático en la web del Govern. Pese a las excusas, la oposición ha pedido su dimisión.