El techo ya se ha concluido. En una semana, se retirarán los puntales de la obra y se mejorará el pavimento de la zona. | Toni Escobar

Las obras previas que darán vida al nuevo edificio de es Martell ya han concluido, según informaron ayer desde Autoritat Portuària de Balears (APB). En este sentido, el techo del edificio ya se ha acabado y se esperará una semana para que ‘cuaje’ el hormigón en la zona. Posteriormente, se retirará el apuntalamiento que hay en la edificación y «se mejorará el pavimento donde estaba la antigua estación marítima para hacerlo más transitable», explicaron desde el gestor portuario. Además, se pintará la caseta de transformador de luz para darle una nueva imagen.

Una vez concluidas estas mejoras, la construcción del nuevo edificio se sacará a licitación, según apuntaron desde el organismo portuario. Cabe destacar que la APB rescindió el contrato con Isolux Corsán, que debía demoler la antigua estación marítima y construir el nuevo edificio de servicios, por incumplir los plazos, . Los incumplimientos se debieron, entre otros motivos, por las dificultades económicas que atravesaba la empresa. Tras la rescisión de este contrato, la APB sacará a licitación de nuevo la construcción del futuro edificio de servicios cuyas bases estarán en breve. La intención del ente portuario es retomar la construcción del nuevo edificio después de esta temporada de verano.

El Ayuntamiento de Eivissa y la APB acordaron que el futuro edificio no tenga usos comerciales, como estaba previsto inicialmente en el concurso de la dársena de Levante y del que finalmente resultó ganadora la empresa YSM Marinas, que será quien gestione los amarres de gran eslora y el edificio. Por tanto, una empresa construirá el nuevo edificio de es Martell e YSM Marinas y Puertos de España lo explotará durante siete años. Esta empresa presentó una oferta de 5,3 millones de euros de inversión y el compromiso de abonar anualmente un canon de 1,9 millones de euros en concepto de tasas por ocupación de espacio y por actividad. YSM Marinas deberá adaptarse en la gestión del nuevo edificio a lo acordado entre APB y Vila, es decir, no habrá usos comerciales.