Algunas de las 20 mujeres que han clasificado el material humanitario estuvieron acompañadas por sus hijos. | Toni Escobar

«Desbordados». Con estas palabras, y con mucha alegría, se refirieron ayer las portavoces de los voluntarios que están recogiendo material humanitario para enviar a los refugiados sirios que se encuentran atrapados en Lesbos. Ayer por la tarde el salón de actos del colegio público de Santa Eulària estaba abarrotado de material de todo tipo: mantas, sacos de dormir, tiendas de campaña, chubasqueros, ropa de niño, pañales, toallitas, ropa interior, entre otros artículos.

El llamamiento se hizo el lunes por la mañana y la iniciativa surgió de un grupo de padres del colegio, que ante la magnitud de alerta humanitaria que han tomado los acontecimientos, decidieron hablar con la dirección del centro para recoger todo tipo de enseres que pudieran sumarse a los que ya estaba recogiendo el PI de Sant Antoni. «En principio», según contó ayer Carmen Insúa a este periódico, «se pensaba completar el contenedor que se mandaba a Lesbos desde Sant Antoni y que iba a parar en Mallorca para dirigirse a Grecia, pero ante la respuesta de la gente, el contenedor viajará directo a Grecia». Asimismo, otra de las colaboradoras, Sofía Insúa, explicó que con todo lo que sobre «se intentará enviar otro contenedor o se donará a ONG de la isla como Dexailles o Cáritas».

Las voluntarias criticaron a los mandatarios europeos que en las próximas horas deberán tomar una decisión sobre la deportación de estos ciudadanos. «Mientras la gente está pasando frío, ellos se reúnen en sus mega despachos» dijeron.

Hoy por la mañana «un grupo de ciudadanos independientes» se reúne en el Consell d’Eivissa, donde les han ofrecido «sus medios y conocimientos en cuanto a cooperación al desarrollo y ayuda internacional».