«Es poco funcional y nos ha costado muchos millones», dice Teresa Arce, del sindicato CSI-CSIF, acerca de este primer año de funcionamiento del nuevo hospital. «Hay goteras cuando llueve y seguimos sin la cadena de frío en la cocina. Es una distribución incómoda para trabajar y los servicios externalizados son un desastre», responde Arce cuando se le pregunta acerca de una valoración del primer año de funcionamiento del nuevo hospital Can Misses.

La puesta en marcha del nuevo hospital supuso la externalización de los servicios no sanitarios de los que antes tenía el Ibsalut el control directo, pero ahora gestiona la concesionaria que pagó la construcción del centro. «El hospital es caótico. No arreglan nada, les ponen una penalización pero las comidas siguen siendo nefastas», comenta Silvia Fernández, de CCOO. De hecho, el sindicato denunció el pasado mes de diciembre las deficiencias del nuevo hospital ante la Inspección de Trabajo. «Denunciamos el mal funcionamiento de la concesionaria. Tuvimos legionela en el hospital. Hubo un corte de agua caliente en la cocina y en el 061», relata Fernández. En su opinión, «no se ha ganado con el nuevo hospital, sino todo lo contrario».

Más burocracia

Para Carlos Rodríguez, del Sindicato Médico, «esa especie de sociedad que hemos hecho con la concesionaria nos da problemas. Antes se estropeaba una puerta y se arreglaba pronto, el jefe de servicios técnicos lo conocía todo pero ahora con la concesionaria es mucha más burocracia. La intervención es más lenta cuando hay problemas de tipo técnico». No obstante, Rodríguez destaca «el logro de las habitaciones individuales para los pacientes».

Los representantes de los trabajadores tampoco muestran su acuerdo con la «distribución poco funcional del hospital; se necesita más personal; tardas media hora en ir de una punta a otra», dice Teresa Arce. «Esto se arregla contratando más gente y no recortando», apunta Mariano Chantal, de UGT, que suscribe todo lo dicho por sus compañeros de otros sindicatos. «Nos parece que está gestionando fatal y se están sufriendo recortes», añade.

Rosa Planells, del Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE), recuerda que cuando se trasladaron «hubo un aumento de personal, pero es poco; han aumentado los facultativos pero no el resto de personal sanitario. Están a tope de trabajo y hay poco personal de enfermería. Hay incluso un rumor de que se va a quitar plantilla», dice.

También el Sindicato Médico considera necesario un aumento de facultativos en algunas especialidades concretas. «Hay plantillas que se quedan cortas, como anestesista, radiología, cardiología y traumatología. Eso entorpece el funcionamiento normal del hospital. Además, sólo tenemos un tomógrafo, un TAC, y una resonancia. Insistimos en que haría falta un segundo TAC. Hay uno en radioterapia pero es de la empresa que gestiona el servicio. Es un problema muy serio. Hay embudo en las peticiones de pruebas complementarias», asegura Carlos Rodríguez.

OPINIONES

Alicia Ladrón de Guevara

El hospital va fatal. Estoy esperando tres años a que me atienda un ginecólogo, porque quiero que me vea el mismo médico que me operó. Estaba mejor el antiguo hospital. No sé de qué sirve que sea tan grande si no hay médicos suficientes. Yo no me callo y esto es una una vergüenza. Es peor que en la península».

Cristina Triviño Calle

«Está bastante nuevo y me parece accesible. Sólo he venido una vez a una consulta y me han atendido bien. El antiguo hospital Can Misses no lo conocía pero supongo que ahora estará mejor que antes. Vine a visitar a una amiga que estaba muy cómoda en una habitación individual y eso es muy importante».

Josefa Hernández Cáceres

«Para lo grande que es el hospital, el servicio es malísimo. Hay goteras por todos los sitios y no entiendo cómo un edificio nuevo tiene goteras. El aparcamiento es una estafa, es muy caro. No hay un acceso directo al parquin desde el hospital y cuando llueve te mojas entero. Veo también que las enfermeras están saturadas de trabajo».

Javier Chivite Ruiz

Las piedras han quedado bonitas. Está todo fatal. No puedo bajar al aparcamiento sin mojarme cuando llueve. No hay un acceso directo al parquin desde el ho£pital y podían haberlo hecho porque esto es un centro hospitalario, no una biblioteca pública. Todo es mejorable. Bastante tenemos todos los ciudadanos con tener que pagarlo».